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jueves, 29 de enero de 2015

¡Queremos saber!


   Según se dice, la mentira tiene las patas muy cortas.... El sentido de este dicho popular cambia radicalmente de significado y se vuelve completamente distinto en estos días, metidos como estamos en la vorágine electoral... Sería muy gratificante escuchar por boca de algún aspirante a cualquier cargo público, algo que se asemejare, aunque fuese mínimamente, a la realidad y que además lo fuere... que en definitiva, fuese demostrable esa verdad... no utilizando falsas estadísticas o maquillando los datos de éstas, pues según el color político de quien los maneje, irán en un sentido u otro totalmente diferente y ¡ay que mosqueo!, si algún candidato insinúa que no tiene preferencia por algún color en concreto, fuesen los tradicionales, o fuese nuevo el color.... Eso sí, aunque los datos sean los mismos, provocarán tantas interpretaciones como interlocutores los expongan. Nosotros tenemos mucha “hambre” de conocer la auténtica realidad de nuestra sociedad, sin tapujos, tener conocimiento de cómo funciona todo y todos. .. Verdad que hasta ahora se nos ha ocultado, camuflado o no se nos quiere contar por  las razones que fuere... Más nunca como ahora, había sido tan necesario su conocimiento, ya que tras estas demandas estamos mujeres y hombres que creemos tener derecho a conocer la verdad y ello, a pesar de las negras sombras del panorama que nos dibujan si no les creemos a rajatabla. Tampoco ha mejorado de forma apreciable nuestra situación personal, esto ahonda en esa necesidad de conocer la auténtica realidad, para poder formular una opinión con propiedad. Pero no hay quien nos facilite la labor y nos lo cuente. Por desgracia, parecen que todos están implicados en una conspiración de silencio, cosa que no sería de recibo y por tanto no se les entendería, por mucha palabrería que nos dedicasen para convencernos. Somos muchos los que necesitamos una explicación más precisa, descriptiva y más sosegada... para evitar entrar en colisión con el mensaje que, seguramente,  se nos trasladará en un futuro periodo post electoral. En todo caso, a unos y otros se les pide claridad y compromiso, ya no vale eso de "por el buen camino..." Si no quieren renunciar a nuestro apoyo, es necesario la claridad de sus acciones y más control sobre sus decisiones. Si ante cualquier pregunta, cualquiera de ellos nos respondiera a medias, es decir, si se mantuviera en una ficticia “frontera” entre la verdad y la falacia, sin entrar plenamente en él compromiso personal, sería víctima fácil de las dudas sobre su honorabilidad. Se valorara la constancia para profundizar en  el conocimiento de la realidad social y facilitar una explicación clara y sencilla, que evite nos perdamos en el manejo de la síntesis semántica y nos “ahoguemos” en nuestra verborrea por falta de entendimiento mutuo, como si habláramos idiomas diferentes. Las cosas deben ser claras: "nadie puede tener ni fines, ni objetivos ocultos, ni tampoco ambiciones inconfesables, que no sean servir a la sociedad con plena dedicación personal y espiritual, nunca a los intereses privados de una minoritaria élite, que solo sirven a muy pocos... En caso contrario, mejor que se queden en su casa, por el bien de ellos en particular y el de todos nosotros en general.

sábado, 24 de enero de 2015

De Fanfarrones...y otras subespecies


    Se ha abierto la veda, hoy me desayuno con un comentario en el Facebook agrio, ofensivo (o así me ha parecido)… exhibido como el que escribe (por casualidad) una gran historia y necesita el reconocimiento inmediato de los demás, para autoafirmarse y creerse un ilustrado, un autor de prestigio, digno del premio nobel (la fábula del burro y la flauta). Veo con asombro que este individuo esta eufórico despotricando como un poseso que esta fuera de sí (escudándose en la seguridad y autoconfianza que supuestamente le aportan las redes). Una vez más, se cumple aquello de que se obtiene la fama antes ofendiendo y desprestigiando, que sirviendo a los demás…. (Porque con el servicio a los demás, jamás se alcanzó prestigio alguno). Ni que decir tiene que esta aberración pasara desapercibida para la mayoría de los mortales, no le llamara la atención a nadie. Incluso a aquellos que lo haga, les puede resultar un tanto cómica… ignorando el daño moral que el autor de esta sátira, con su despropósito persigue, que no es otro que herir por herir, sin ningún motivo en particular. Porque desde el primer hasta el último momento, su actitud es tan irreflexiva que ignora que los primeros agraviados son su propio entorno social y familiar. Busca el aplauso fácil de cuatro necios como él. Ahora bien, ¿y nosotros? ¡Hagamos examen de conciencia! ¿Por qué sigue empleado a costa del erario público? Si lo está, no es para servirse, lo será para servir a toda la comunidad, no a parte...a toda, Entonces ¿porque se pervierte? ¿Cuántas personas de esas que viven a nuestro lado, son atacadas por este personaje?, ¿y nosotros porque nos dejamos atacar...? No es necesario alejarse mucho de el para observar cuántos de sus supuestos amigos, conocen las verdaderas razones de su empecinamiento, le conocen tanto que le desentrañan como un ser tozudo, anticuado, celoso, perverso y ambicioso de tocar poder, que ni con sus injurias y falsedades, lograra tocar nunca. O a la inversa, imaginaros a este individuo en una posición de poder ¿Qué haría? ¡Uuuuffffsss! un escalofrío ha recorrido mi espalda.... Intento de mantener una perspectiva neutra, procurar no inclinar la balanza para ningún lado, en particular, no crear hacia él, ninguna opinión (favorable o desfavorable) en aquellos que interaccionan diariamente conmigo, sean por motivos que fuesen (de parentesco, trabajo, etc.) Es más, a algunos conocidos de mi entorno, les resultaría esta opinión hasta molesta, porque sería un reclamo para algunas conciencias, porque mi opinión… les obligaría a pensar en él, a tomar una posición concreta y no esta esa labor entre mis fines. Aunque sé que cuento con la estimación de alguna que otra gente (poca pero de calidad, ¡Bien garantizado lo tengo!) En definitiva, Si a mí me ha molestado, más que nada por lo repetitivo de tan absurdo argumento... también, me imagino, habrá molestado no a pocos de vosotros. Mediante sus burlas esconde su miedo; mediante sus descalificaciones, sin duda, hace una pésima defensa de su “holgazanería”. Se lo digo desde el  hartazgo, que nunca desde la intolerancia, a riesgo de ser llamado exaltado, exagerado…. Pero tanto que hay que limpiar, y en su propia casa, quizás, más que en ninguna y se pone a señalar a otros... ver para creer... A pesar de estos pesares, te quiero responder con un silencio estrepitoso y ensordecedor, nunca te daré un “me gusta” en tus comentarios viperinos. Decirte que no soy tan perverso como tú, porque aunque en cuestiones de opinión es imposible no exagerar, no mentir, ni manipular…. Contigo no lo haré. Pero sí que es verdad que no te voy a consentir que difames a los que a diario difamas, en la confianza de que no te van a responder... ¡Sí!, ellos me tienen a mí para que les defienda y seré su escudo para parar tus ataques… Repito que no soy ningún “radical”, porque no está escrita esa condición en mi ADN. No doy tu nombre, ni dato sobre tu identidad, porque te tengo ese respeto que tú a mí me niegas, decir que estas contado entre mis amigos, pero también sabes que este escrito va dirigido hacia ti, con la absurda esperanza, por mi parte, de que lo entiendas y rectifiques. Sabido es lo de "Equivocarse es de humanos; rectificar es de sabios".

lunes, 12 de enero de 2015

¿Cuestión de cultura?


   La distancia no es siempre lo que nos separa, al menos no tanto como lo hace la cultura o su ausencia, las costumbres sociales de la sociedad a la que se pertenece... donde, se supone, nos han educado en los valores que posee la comunidad en la cual crecemos y por tanto en la que nos desarrollamos como personas. Si lo que se siembra son vientos, lógicamente se recogen tempestades... ¿Quién o quiénes son culpables? y ¿Quiénes son las Víctimas inocentes? Todos somos culpables, bien por acción u omisión. Todos somos inocentes porque se ha asesinado nuestra creencia en un futuro mejor para y por todos compartido. Esto se deriva de que a cierta gente se le considera intocables, se le ha permitido que conserven sus privilegios,  muchos de origen medieval, condenando a su entorno a permanecer en un oscuro feudalismo... Y para conservarlo, para que nada cambie, no dudan en apoyar y utilizar la violencia en su más dura manifestación, a través de sicarios que ni tan siquiera son cocientes de serlo, sino que se creen mártires, defensores de la fe, heraldos o soldados divinos, cuya llegada a este mundo es para poner orden y por esta causa morirán si es preciso. Es ahí, en esta ausencia de conciencia donde se debe de actuar, allá donde se proclama semejantes dogmas y no contra una determinada etnia de personas que comparten un perfil sospechoso de estas prácticas. Es en los lugares donde se proclaman la intolerancia y se practica la marginación,  desde donde se debe prevenir el resurgimiento de este tipo de violencia, nadie está capacitado para imponer su verdad o hablar en nombre de nadie. Quien así lo crea que sepa que lo hace para su propio beneficio, para ganar más poder e influencia... todo a costa de vidas inocentes y ajenas...caiga sobre sus conciencias la sangre derramada. Existe multitud de causas que nos separan y fomentan este tipo de pensamiento y divisiones, habrá que analizarlas todas ellas e intentar de ponerle remedio, en alas de evitar un futuro choque de trenes...que hoy por hoy se ve inevitable.