Translate

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Corazón vestido de Bondad


   Manuela se había levantado, como solía hacer cualquier otro día, con el cuerpo baldado, dolorido de sufrir durante toda la noche la tortura del viejo catre, cuyo colchón, ya muy deteriorado, tenia todos los muelles deformados y se le clavaban en su espalda, -“yo no sé ni por qué me levanto, ni ¿para qué? solo soy una pobre vieja, solitaria, abandonada a su suerte por sus hijos y sin familia a la que acudir, sin nadie que me socorra, ni se interese si vivo o si he muerto… Este es solo un día más que me acerca a mi cruel desenlace”. Lo cierto es que Manuela era una persona mayor, su rostro marcado por los surcos que el tiempo había tallado por aquellos duros trabajos que había tenido que hacer; quedo viuda muy pronto, con tres hijos a su cargo, todos pequeños. Su marido fue víctima de esa peste moderna que se llama cáncer, en concreto del cáncer de páncreas. No tuvo ninguna posibilidad de sobrevivir y la dejo sola, siendo tan joven y con los hijos por criar… Cuando estos desagradables sucesos ocurrieron, su mundo se derrumbó como castillo de naipes, pues no veía la mínima posibilidad de supervivencia, ya que su marido era la única fuente de ingresos que tenía su hogar. Con una hipoteca por pagar, una casa por gobernar… se veía incapaz. – ¡Oh Madre mía! Decía dirigiendo su mirada hacia una pequeña imagen de María Auxiliadota, que había heredado de su madre, que fue también muy devota de esta advocación mariana. ¡Oh virgencita! Auxíliame, dadme fuerzas y entereza para sacar hacia delante a mis hijos, no me abandones, te lo ruego, nada pido para mí y nada te pediré…  si me ayudas a salir hacia delante… Manuela se vio obligada a superar el dolor, a ser fuerte, a hacerle frente al desafío que la vida le planteaba; trabajo duro y toda la faena que podía y su escaso tiempo le permitía lo realizaba, para obtener mayor confort y mejor educación para sus hijos, a los que adoraba y gracias a su esfuerzo costeo licenciaturas universitarias. Manuela nunca tuvo tiempo de quejarse, ni de atender los crecientes dolores que la edad y el descomunal sobreesfuerzo le regalaban… nunca tuvo tiempo para sí, ni para reorganizar su vida, ni para darle tiempo a algún nuevo amor…. Pues según decía ella el único amor había sido su marido y lo mucho o poco que le quedaba era para sus hijos, pues pretendía ser recordada por ellos como una buena madre. La vida nunca fue justa con ella, y por tanto, no había ningún motivo de empezar a serlo, para su desgracia y como consecuencia de la terrible crisis económica, sus hijos a pesar de la sobresaliente preparación que tenían, no encontraban donde trabajar, ni tan siquiera en aquellos trabajos que hasta no hace tanto tiempo, nadie quería, solo eran realizados por emigrantes, pues eran considerados trabajos de tercera…  Lo que cambia la vida, ahora eran trabajos codiciados como oro en paño por todos, fuesen en las condiciones que fuesen, sería siempre más aceptable que estar en paro y sin futuro, pero solo unos pocos lo encontraban, y entre ellos no se contaban a sus hijos. Siendo tan espinoso el negro horizonte que se les presentaba, que se vieron obligados a tomar la decisión de emigrar a otros países donde la fortuna les sonriera o al menos la crisis hubiera ejercido menos influencia. Lamentablemente esa decisión condenaba a la soledad perpetua a Manuela... Ella mostrando una falsa fortaleza, acepto e incluso les animo a hacerlo – No preocuparos por mí, yo estoy bien, aún soy joven y además podemos seguir en contacto con los teléfonos e incluso si hace falta me matricaria en cursos de internet y aprendería a hacer video-conferencias o lo que fuese preciso, será como si no os fuerais lejos, como si estuvierais aquí en casa, con la única salvedad que no me tengo que ocupar de vuestras ropas y comidas…  les sonreía Manuela con una tímida y fingida sonrisa que escondía sus miedos. Sucedió que aquel día andorreaba por allí una joven de desconocida procedencia, que como cada mes venia pidiendo limosna. Vestía andrajosa con la ropa que lograba alcanzar de los contenedores… su primera labor era registrar las basuras de la gente del pueblo por si habían dejado caer algún resto de comida, le daba igual que fuese de varios días, como el estado de descomposición que tuviera. –“El hambre tiene cara de cochino- se decía y por lo menos el estómago llenaría aunque fuese de infectas porquerías. Después, como si no hubiera hecho nada visitaba las casas una a una en busca de la caridad de las gentes, que era poca… en parte debido a la angustia de la crisis, en parte debido a que de vez en cuanto se dejaba caer por el pueblo una horda de vagabundos organizados que lograban escarmentar a las gentes, cerrando aún más sus manos y su corazón… La apariencia de aquella chica no le hacía justicia, pues aparentaba ser una mujer entrada en la senectud más que la juventud que aun gozaba. Pero si le mirabas a los ojos se veía la adolescente que aún era. Esa cara llena de churretes, esas medias con tantas carreras eran más agujeros que medias, ese vestido lleno de remiendos, esos pelos sin cepillar, llenos de algo que daba la impresión de ser liendres.. No era deseada su compañía y en las casas a las que llamaba nadie le respondía, eso sí, cuando se alejaba un poco, sin intentar disimular un poco, salía la dueña de aquella puerta con un arrapo en la mano y un desconocido líquido para limpiar allá donde ella había puesto su sucia mano para aporrear la puerta, no fuera que les contagiara alguna enfermedad o la pobreza, si esta se pudiese contagiar.

Llego la mendinga tocando a la casa de Manuela, está abriendo una ventana pregunto -¿Quién es? – señora auxílieme por favor no me abandone, nada pido para mi… pero si para un infante que tengo y que lleva no sé cuántos días sin comer en condiciones. Al escuchar aquellas suplicas Manuela volvió a mirar a la menesterosa,- ahora mismo te abro la puerta de mi casa, abrió la puerta lo más rápido que su cuerpo le permitía,- dime ¿dónde tienes a ese niño? Le pregunto Manuela. –A las afueras del pueblo, le respondió,- oculto de miradas indiscretas en un caserón abandonado, se encuentra en compañía de mi esposo, ya que ambos alternamos en su cuidado con la práctica de pedir caridad, si usted quisiera le puedo limpiar la casa o hacerle algún trabajillo, lo que me quiera mandar a cambio de alimento para mi hijo –No es menester, tengo la casa limpia, seria limpiar sobre limpio- dijo Manuela, al instante el rostro de la indigente esbozo un gesto de desilusión y unas lágrimas asomaron por aquellos hermoso ojos.- Pero si puedes ir en busca de tu esposo y de tu hijo que hoy por lo menos he de comer acompañada y ya veremos que más  se puede hacer- prosiguió Manuela. Al escuchar aquellas inesperadas palabras la dicha cubrió el rostro de la joven,-- gracias señora no se arrepentirá, mi marido era carpintero y si tiene que hacer algún arreglo, con ese trabajo se lo agradeceremos, y echándose los pies al hombro, salió corriendo en busca de su esposo y de su hijo para comunicarles las buena nueva. Mientras llegaban Manuela, comenzó a preparar la comida ya que tenía habios para ello, aquello que tenía guardado para la cena de nochebuena, por si sus hijos se dejaban caer dándole una sorpresa, pero que todo sugería que no sería así, saco el mantel que solo utilizaba en esa alegre cena, cuando en esa noche tan singular estaba siempre acompañada de sus hijos y juntos brindaban por todo lo bueno que sucedía en sus vidas y lo celebraban cantando los tradicionales villancicos, también saco la mejor cubertería que tenía y todo tipo de copas, vasos y demás… y aquellos licores que con tanto celo guardaba para el ansiado reencuentro… pareciera aquel refectorio un pequeño salón de fiestas, con aquella mesa tan lujosamente ataviada para un gran evento. Se diría que esperaba a gentes de alta estirpe y no a tres harapientos  mendigos. Pero Manuela era así…  Sonó el timbre de la puerta y fue a abrir y cuál sería su sorpresa al ver aquella pareja de menesterosos que portaba en brazos a su tierno infante, no había visto nunca niño más hermoso de pelo ondulado, ojos negros que resaltaban como carbón en la nieve, tés morena… era una preciosidad de chiquillo, pareciera un angelito sacado de las pinturas de la Inmaculada de Murillo. Tenía Manuela la sensación de que conocía a aquella extraña familia, era como algo suyo, algo que su sangre reconocía como propia, aunque los ojos se negaban a hacerlo, como si el niño fuese su nieto, una sensación rara para ella, pues aún no tenían sus hijos descendencia. Educadamente les invito a pasar.- “pasad estáis en vuestra casa”, “señora hemos tardado un poco porque nos hemos entretenido acicalándonos un poco, para no causar tan mala impresión y evitar oler mal para no provocarle repugnancia”- se excusó la joven. “¿Repugnancia a mí? ¡Ay chiquilla! si supieras los trabajos que he tenido que hacer y la suciedad por no nombrarla de distinta manera, que me he visto obligada a quitar, es que lo poco de escrúpulos que tenía, los perdí a la fuerza, además que vosotros estáis muy bien… sois tan jóvenes, que lastima que os veáis obligados a llevar este duro tipo de vida… antes trabajábamos mucho, ganábamos poco, pero, al menos subsistíamos con lo que se sacaba trabajando de sol a sol, y al llegar a casa otra peonada, ahora no hay trabajo, ¡si lo sabré yo! que mis tres hijos han tenido que emigrar, se han tenido que ir a “Fernando Po” o más lejos porque el nombre del país no le había oído antes, ni sabía que existiese”-le contesto Manuela. Y se sentaron alrededor de la mesa y comieron los típicos mangares navideños, acompañados por una animada conversación dentro del desarrollo de una amena comida. Cuando hubo finalizada la comida la joven se ofrecio a limpiarlo todo, era lo mínimo que podía hacer, aunque a regañadientes Manuela acepto y quedo charloteando con el marido de esta, mientras ambos observaban como el chiquillo se divertía jugando con un poco de agua dentro del vaso que la vertía sobre otro vaso y así sucesivamente, dando grandes carcajadas cada vez que cambiaba el recipiente. “hay que ver que felices son los niños, se divierten con nada” asevero Manuela rompiendo el silencio entre ellos. “si. Le respondió. Menos mal que no se dan cuenta de nada y creen que esto es vivir feliz”. “¿y lo es? Pregunto Manuela. “nosotros somos felices con poco, con tener un techo que nos cubra, un trapo que nos tape, calzado y una comida caliente… no necesitamos nada más” le respondió el joven. ¿Y te parece poco lo que pides? ¿Cuál es tu profesión? Porque me imagino que te dedicarías a algo antes de esta crisis? Interrogaba con curiosidad Manuela. “si señora, soy carpintero, el trabajo nunca me falto pero todo cambio de repente y tuvimos que emigrar dejándolo todo atrás” le respondió el joven.”¡ah! pero sois emigrantes, que casualidad, pues en mal sitio habéis puesto la era” le matizo Manuela. “son malos tiempos para nosotros en todos los lugares y cada vez estamos más perseguidos” insistió el joven ¿Por qué?¿qué mal habéis hecho? Preguntaba Manuela. “mal ninguno señora sino más bien todo lo contrario buscamos el bien de todos” le respondió el joven. “no entiendo” insistía Manuela. Entonces tomo la palabra la joven y le pregunto ¿aún no nos has reconocido Manuela? ¿No sabes quiénes somos? Con las veces que me has pedido ayuda para tus hijos” A Manuela un escalofrió le recorrió su espalda y entre el miedo y la curiosidad les pregunto “¿Por qué había de reconoceros? Yo nos he visto nunca hasta hoy mismo y no recuerdo de pediros ayuda sino más bien todo lo contrario “Bien dices que no nos has visto hasta hoy, dijo la joven, pero siempre hemos vivido en tu corazón, las primeras palabras que has tenido todos los días desde que enviudaste han sido para mí, para que te diera fuerzas en ese día que comenzabas” “No porque mis primeros pensamientos eran para agradecer la buena noche y pedir fuerzas para el nuevo día, pero se lo pedía a mi virgencita Auxiliadora..” Manuela tuvo una sensación rara de paz, de incredulidad, como si aún estuviese dormida. “Efectivamente, soy quien piensas María la madre de Dios, él es mi esposo José y el niño es mi divino hijo, somos la Sagrada Familia “Señora si eres quien dices, no merezco tanta dicha, tanto honor, soy una malhumorada vieja, que se levanta maldiciendo su suerte y quejándome por todo” “No, eres tan buena como lo fuiste siempre, ahora te quejas por la soledad, pero tu corazón es puro, por eso nos has recibido y has compartido con nosotros lo que guardabas con tanto entusiasmo para tus hijos, por si venían por navidad. El señor se ha fijado en ti y te ha puesto esta dura prueba, para poner a prueba la persona tan especial que eres, y te va a premiar con aquello que más deseas, tus hijos van a volver, no para estas navidades, pero si lo harán poco después, se quedaran aquí para siempre, cerca de ti, fundaran sus familias, les enseñaran todas las buenas sabidurías que tú le transmitiste, y llenaran tu casa de esos que tanto deseas, tendrás nietos y serás feliz con todos ellos hasta que tu tiempo en la tierra se acabe, más cuando eso suceda, no acabara ahí tu felicidad, pues seguirás gozándola allá en el paraíso, con tu amado esposo por siempre jamás, te ruego que no cuentes nada de lo aquí acontecido a nadie, ni a tus hijos siquiera, solo ten fe y mucha paciencia, entonces comprobaras como todo llega y todo se pasa, nada  perdura, solo el Señor es eterno y es fiel a su palabra” y dicho esto tras una breve contemplación de tan sagrada familia desaparecieron esfumándose como el recio a media mañana, quedando la casa perfumada con un singular olor que delataba tan regia visita. Manuela quedo perpleja no sabiendo si lo que acababa de vivir era un dulce sueño o si había sido real. De todas formas ella siguió con su vida como si nada hubiese ocurrido, pero quejándose menos y viviendo más… En aquellas navidades sus hijos no pudieron visitarla pero le anunciaron que pronto tendrían una agradable sorpresa, acordándose Manuela de lo que la señora le dijo. A los pocos meses tuvo a sus hijos cerca, todo fundaron sus respectivas familias, le llenaron la casa de alegría con sus nietos y fue feliz porque sabía que al final tendría el reencuentro con su amado porque siempre su corazón había estado  vestido de bondad.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Cuestión peliagda


   La vida misma hace que se nos presenta una cuestión un tanto peliaguda que puede cambiar el sentido de nuestra visión del mundo que nos rodea y pone en cuarentena nuestro futuro como personas de bien. "sucumbir ante la ambición personal o mantenernos firmes en los valores fundamentales”. Evidentemente, no se nos propone que seamos deshonestos con nadie en nuestras acciones, y menos aún que traicionemos todo aquello por lo que hemos luchado hasta ahora, tan arduamente y de manera incansable hasta llegar prácticamente al agotamiento intelectual. No se trata, por tanto, de realizar una "auto-estafa moral" que cometeríamos solo para nuestro único beneficio. Lo que verdaderamente se manifiesta es una queja por la falta de habilidad en querer solucionar los asuntos pendientes desde hace ya tanto tiempo y la falta de un verdadero guía para la construcción de un camino donde quepamos todos y podamos andar sobradamente sin estorbarnos los unos a los otros... Al parecer son más astutos aquellos que solo quieren obstaculizar nuestro avance, para asegurarse su posición personal, poniendo piedras en este camino común, para que algunos tropecemos o nos quedemos muy atrás en derechos, que no en deberes. Todo ello nos muestra desgraciadamente ¡otra vez más! que algunas convicciones continúan poniendo los mismos límites a los de siempre, no toleran que sean tratados como iguales. Ellos han de ser tratados como singulares, como la guinda de este pastel. En la actualidad seguimos hablando de tráfico de influencias, de corrupción, de enriquecimientos ilícitos, de falsificación de documentos... y se ve como normal estas actitudes,  e incluso se les justifica "por ser quienes son..." Por eso la cuestión que todo esto nos plantea es doble: ¿Acaso piensan que pueden engañar eternamente a toda la sociedad con falsas coartadas elaboradas con mucha astucia? Y, al hablar de esa supuesta inteligencia, tendrían también que hablar de los sucios manejos que de sus intereses hacen, sirviendo no se sabe a qué causa. ¿Están interesados realmente en que salga a la luz toda la verdad? Y por nuestra parte ¿Es normal la indiferencia como única respuesta? tendremos que tener la seguridad de que allí donde esté la verdad estará nuestro corazón. ¿Cuál es el tesoro  más apreciado en la vida? seguramente será la vida misma. Debemos examinar nuestros anhelos para saber con certeza dónde está nuestro tesoro (vida)... Quizás hoy tendríamos que plantearnos con esta situación, cuál han de ser nuestros nuevos proyectos para ese futuro, es decir deberíamos de mostrar sinceridad en las relaciones sociales, ser tal como somos para con nuestros semejantes. Es verdad, que la vida es siempre una sucesión de decisiones, deberíamos saber elegir entre ellas, las opciones más adecuadas para nuestros intereses: entre la honradez o la injusticia, entre la fidelidad o la  infidelidad, entre el bien o el mal... habremos de decidirnos por caminar solos e ir a la deriva, o caminar juntos de la mano compartiendo valores que nos hacen navegar día tras día con mejor o peor fortuna, dependiendo de la profundidad de las aguas y del estado del tiempo. Ahora parece que navegamos en una profunda borrasca con la paradoja de que son aguas sin la suficiente profundidad, que nos impiden maniobrar, nos hacen zozobrar y da la impresión de que se hunde este barco ¿Es solo impresión o de verdad se hunde? O tal vez a algunos les interesa que se hunda para sacar provecho propio de este botín,

miércoles, 26 de agosto de 2015

La realidad siempre espera


   A veces nos dejamos seducir por algún proyecto, que creemos digno, comprometido, lógico y viable; sin saber cómo ni el por qué, nos encontramos persiguiendo luces, avistamos el arco iris, en toda su magnificencia, en cualquier vulgar nube de tormenta, creemos que esta vez sí encontraremos el tesoro que bajo sus cimientos se esconde. Bajándonos de la nube y de la falsa euforia, comprobamos que el proyecto en sí mismo, se nos ha transformado en algo demasiado grande e irrealizable, por ambicioso... por utópico. Descubriremos que era maravilloso soñar despiertos con esa fantasía, tanto que anteriormente no comprendíamos que se pudiese vivir de otra manera. Pero somos sabedores de que la realidad nos está siempre esperando a la vuelta de la esquina... Una extraña sensación, llena de amargura y frialdad, recorre como gota de agua nuestra espalda; si alargásemos ese sueño, quizás, podríamos mantener nuestros lechos calientes, pero ¿a qué precio? En la oscura noche, deberíamos procurar que no nos ciegue las luciérnagas, son muy radiantes, bellas y maravillosas… pero son solo insectos con luz… No debemos caer en el auto- engaño, ni confundirlas con el resplandor lejano de las luces urbanas, pues tras ellas, siguen las sombras de oscuros intereses... Bajo ese embrujo, si quisiéramos podríamos escuchar el latido de nuestro corazón, como si fuese un tambor que pone ritmo a la banda sonora de nuestra vida. No se debe hablar con nadie de ideas caducas, ya felizmente superadas, sería como hablar con un fantasma que no tiene nada nuevo que aportar, sino viejas e inútiles recetas.... No se puede prometer el oro y el moro y además  no darlo. .. Es de hipócritas criticar lo que se hacía antes y a la vez imitar esas decisiones y acciones erróneas. Si a estos hipócritas les prestamos un poco de atención, es porque nos gusta que nos flagelen o al menos que nos tomen el pelo.… Nos tiembla el alma de ver que el egoísmo vale más que la solidaridad, que la mediocridad esta premiada por encima del esfuerzo, que el tramposo tiene futuro y al honrado se le cierran todas las puertas, que el ladrón está viviendo la vida en lujosas mansiones y la persona de bien en la cárcel, que este es un país viejo hecho para viejos, que la vulgaridad y la mentira valen más que la sinceridad y la honradez, que colocas nuevas manzanas en el cesto y se  corrompen igualmente. Cuando ellos solo prometen, se nos rompe el alma de ver que aún les escuchamos con atención, como si nada hubiese ocurrido...Pero a pesar de ellos, encontramos la felicidad contemplando la luz de la luna llena, escuchando las risas de un bebe u oyendo las olas del mar en el vacío de una caracola, nos conformamos con tan poco, necesitamos tan poco para ser felices...tan solo les pedimos que no nos contaminen con su egocéntrica avaricia, transformando nuestro entorno en un burdel bajo la excusa del progreso, arruinando vidas que son trasformadas en objetos solo para su uso y disfrute, o en números para fines estadísticos, creando en nosotros hábitos y necesidades que para nada precisamos, nos confunden con su orientación clientelista y consumista... Somos personas, seres con sentimientos, por tanto, no todo vale... déjennos vivir en paz con nuestros "trasnochados" valores, pueden que este pasado su tiempo,  pero es lo único que da verdadero sentido a nuestras vidas, por lo cual, merece la pena defenderlos. No queremos ser como vosotros, quedaros con vuestros lujos, con vuestro "bienestar". Y déjennos a nosotros que con honor podamos contemplar el paso del tiempo.

martes, 16 de junio de 2015

Miedo al futuro


   En la absurda cruzada que hemos emprendido en la búsqueda del grial de la perfección, muy a menudo olvidamos darnos una vuelta alrededor de nuestro (hipotético) eje, para comprobar que estamos muy lejos de lograrla. Como siempre, vemos antes la paja en ojo ajeno ¿y porque no la viga en el propio? En estos tiempos convulsos, deberíamos guardarnos de vender el alma tan barata, al menos no al precio de saldo como si fuese una vulgar ganga.... ¡Sí! son tiempos oscuros, capturados en blanco y negro, donde lo viejo no quiere irse, no acaba de morir del todo, ni lo nuevo se decide a nacer de una vez...Todos realmente deberíamos de saber que le tenemos miedo al futuro, que se transforma en terror, si en él, perdemos la seguridad, la confianza en nosotros mismos, nuestra capacidad de abordar la vida, en una palabra “nuestro confort”. Estamos muy cómodos al calor de la lumbre en la seguridad de nuestro hogar, resguardados... nos creemos a salvo, fuera del alcance de las inclemencias del tiempo. Sin caer en la cuenta que el fuego lo devora todo y lo transforma en ceniza… acabaremos sin leña y lo que es aún más grave, sin posibilidad de reponerla... a no ser que nos expongamos a adentrarnos en los inciertos peligros que esconde el monte. Están construidas nuestras mentes con una sola pista, caminamos con los pies trabados en una sola dirección, sin visión de la realidad, solo vemos lo  que nos permiten ver...y solo cuando caen las penumbras, cuando todos los gatos son pardos. Nunca deberíamos saltar de alegría por algo que no nos inspira ninguna confianza, ni ningunear a nada, ni a nadie… tampoco nos corresponde a nosotros calificarlos (buenos o malos). La única certeza es que le hemos dado la vida  y en vez de en un Edén, la transformaron en un infierno… tan ardiente como las mismas entrañas de la tierra, tan frio como el mismo corazón del hielo. Esperamos que no nos falle el núcleo de nuestro ser,  para vivirlo y tampoco falle la voz para poder contarlo y transmitirlo a generaciones venideras. Y tener la posibilidad de poder huir, aunque sea como siempre hacía delante, sin mirar hacia atrás, ni añorar nada de lo que allí se queda, huir en la única salida que subsiste. No podemos cambiar el escenario... pero si está en nuestras manos el iniciar otra ruta, solo si incluimos entre nuestros objetivos el hacerlo. Siempre cuando comienza a soplar el aire, nuestra primera reacción (en una absurda auto-flagelación), es cerrar la ventana, valla a ser que ese aire se trasforme en huracán, nunca contemplamos la posibilidad de que se transforme en suave brisa de verano que refresque esas tórridas noches estivales. Trasformar el pesimismo en optimismo, ver el color real de las cosas, saber que no estamos solos…. Son las maneras de afrontar las dificultades las que nos unen o nos separan... pero debemos de recordar que esta carrera de obstáculos es muy larga y es una competición de relevos, en la que participan muchos equipos, nosotros recibimos hace un tiempo un testigo, que hemos de entregar a nuestro relevo para que prosiga la carrera, pero debemos hacer el cambio bien hecho, si queremos que no nos descalifiquen y nos expulsen de la competición.

viernes, 15 de mayo de 2015

Competición


   Permanecer en silencio no significa necesariamente que se esté de acuerdo o se ignore todo aquello que a diario acontece y nos rodea, mucho menos pareciera que no importe nada…  Simplemente estamos contemplando las aguas del rio recorrer su cauce, observando su deambular en un movimiento perpetuo, a veces rápido, a veces en aparente calma… en su incansable búsqueda de la inmensidad del mar; un cauce que lentamente el rio ha ido forjando con maestría, paciencia y mucha constancia (desde los albores de los tiempos hasta nuestros días). Desde estos sonidos del silencio, contemplamos ensimismados como se descifran los  enigmáticos acontecimientos; se percibe el intento de jugar a un juego nuevo (en apariencia), donde se olvidan (por conveniencia), todas las reglas del mismo. Lo que se interpreta como carta blanca para que los jugadores puedan hacer o deshacer aquello que estimen conveniente para hacerse con el triunfo final. Los auto-proclamados árbitros, que se creen por encima  del bien o el mal, según piensan, serán ellos los que finalmente decidan… ansiando manipular los deseos de la afición sobre el resultado de esta heterogénea competición… aprovecharan la confusión reinante, para sacar tajada (ya se sabe que a mar revuelto, ganancia de pescadores), Lo que con seguridad, indignara de manera insólita e inaudita a cierto sector de la afición que renegara de esa supuesta arbitrariedad y se sentirán estafados por estas sanguijuelas. Estos son los esperan ser los pancistas de este encuentro, pero pueden que salgan como se dice en mi tierra “como rata de cortijo-viejo”... Esta pugna, sin duda, no está pensada para goce de la afición, "Si los fines dicen ser los mismos... la única divergencia es quien o quienes comandaran esta nave… A nosotros, en principio, nos debería dar igual quien fuere… ¡Eso sería así en el país de fantasía! Sin embargo, pisando el suelo es distinto el razonamiento, nadie quiere ceder… todos dicen llevar razón (si o si) aunque desconocemos los argumentos de un litigio que a los gentíos nos tiene divididos, perdidos y sobre todo muy confundidos... tanto que, igual abandonamos anticipadamente esta nave, dejándole que se hunda… al no reconocer a nadie, al no saber exactamente que representan. . No fuese que esto sea contagioso e indicio de falta de memoria y al final no conozcamos a ninguno… Siempre hemos creído y defendido que el bien común estaba por encima de cualquier interés personal... que la filosofía era sumar y en mejor caso, multiplicar… nunca imaginábamos que esto degeneraría en la peor pesadilla posible, que imperaría el restar o peor aún dividir… Parco será su triunfo, si persisten en fomentar las faltas personales, las coacciones y los chantajes, solo por comprobar quien tiene más notoriedad, alguna vez tendremos que dejar de comportarnos como unos mamarrachos. Sabemos que es muy difícil ser coherentes de lo que se dice hacer, con lo que verdaderamente se hace. Pero más pronto que tarde se ha de imponer la cordura, definir la estrategia y el papel en la función de cada cual, y echar a andar. Queremos sentirnos contentos, porque la alegría es parte de nuestro camino, del camino de todos, sin excepción. Se puede divergir, tener opiniones tan distantes, tan diversas como personas piensen en ello… pero al final inevitablemente somos compañeros de viaje. El ser humano necesita los unos de los otros para tener buena salud física y emocional. Las diferencias sanas nos enseñan a vivir. Sabemos que todos los caminos conducen a Roma (con más o menos rodeo) pero todos contribuyen al  desarrollo del bien común, que no se olvide nunca.

martes, 14 de abril de 2015

Algunas veces...






                   Algunas veces tenemos reacciones contradictorias con nuestra filosofía personal, absolutamente opuestas a lo que se suele ser normal en nosotros; somos como el tardío frío que llega en junio para arruinar las cosechas. Otras veces nos sentimos eclipsados, como si se ocultase nuestra luz "detrás de alguna ensombrecedora Luna”. Se apaga ese arrebato, esa voluntad de esfuerzo por el trabajo bien hecho, nos vemos tan imperfectos...  No apreciamos, ni se ve ilusión en nadie por nada. Pocas veces se trasforma todo este desbarajuste, en una grata sorpresa… Aunque, ciertamente, nunca tuvimos momentos propios, para dedicarlos a nuestro esparcimiento, para hacer lo que nos diera la gana, fuimos esclavos de nuestras obligaciones, siendo siempre la tercera persona del plural de un futuro pluscuamperfecto… Diréis que eso es la auténtica esencia de la vida. Pero eso no es excusa, no es lo que esperábamos nadie, ni la razón  por la cual nos levantábamos todos los días y nos calzábamos los zapatos. Sabedores que debemos batallar a diario, y que el peor enemigo que podemos tener nunca, somos nosotros mismos y nuestras circunstancias… De alguna manera, por mucho que trabajemos y nos comprometamos, nunca será lo suficiente. Y ahora que nos miramos en el espejo de la historia, cara a cara frente a nuestros miedos… observamos sin ninguna sorpresa que este mundo es un lugar loco. Esto es sólo un vago pensamiento sobre una desaprovechada oportunidad pasada y nada más… solo preguntarnos ¿cuándo será la ocasión propicia para nosotros? Seguro que la vida nos guarda lo mejor para el final. Todas las noches, cuando meditamos y forjamos el análisis de nuestro diario acaecer, viene a nosotros la respuesta a esos lamentos, en la forma de ganas de seguir adelante con nuestro compromiso, que no se diga nunca que nadie ha dejado de hacerlo, por cansancio o abatimiento… pero si incluso hemos llegado a dudar de nuestra propia capacidad ¿cómo podemos hacerlo? ¿Qué es lo que nos pasa? ¿Cómo pensar que podríamos quedarnos inertes ante las angustias o la necesidad de cualquier persona? ¿Cómo vamos a dejar de compartir nuestros sueños y anhelos con los demás? Unas veces somos la pregunta de todo lo que estamos buscando, pero, otras, también somos la respuesta a tantas preguntas que se hacen otros… Hay una o muchas cualidades que nunca podremos apreciar en su plenitud de nosotros mismos, nuestra capacidad de asombrar y de asombrarnos… nuestra sencillez, lo mucho que nos exigimos, lo poco que esperamos... Que cada desencanto lo cubrimos con un manto de esperanza… que seguimos creyendo, a pesar de las bofetadas que nos da la vida. Este, es sólo otro capítulo más de la vida. Esta no guardó lo mejor para el final, porque lo bueno se encuentra en todos sitios, en cada persona que merezca la pena... por ello mismo, algunas veces todo lo que estamos buscando, verdaderamente lo tenemos frente a nuestra mirada, oculto bajo la apariencia de cosas simples y sencillas. Cosas que no se dejan ver, pero que se perciben a flor de piel... Algunas veces toda nuestra curiosidad, todo el vacío que creemos sentir, lo rellenan con colmo, todos esos seres que sobrevuelan constantemente la mente…. y moran en lo profundo del corazón.

lunes, 6 de abril de 2015

Algunas aseveraciones


   En mis aseveraciones, procuro no solo exponer dudas razonables sobre las soluciones que se aplican para resolver las diferentes contrariedades, sino que habitualmente suelo acompañarlas sugiriendo otra opción en forma de idea. Siempre es muy brusco contemplar como las decisiones de unos pocos, nos arrastran hacia el mal camino al resto. Y aun así permanecemos inmóviles como si la cuestión no fuera con nosotros y nos resultase lejana o en cualquier caso ajena. La obcecación que algunos tienen por controlar todo, les lleva a maquillar con torpeza los datos de cuanto a diario acontece, estas "manías persecutorias" son intrínsecas a su perversión moral y a su exagerado narcisismo, es superior a su propio raciocinio. No pueden soportar que sean otras gentes, ajenas a su entorno ideológico, los que deban tomar decisiones fundamentales para su comunidad, sobre todo si pertenecen a una sensibilidad distinta o están fuera de la tan denostada "casta", son aquellos a los que consideran "perroflautas"… Carece de importancia si tienen buena preparación o experiencia... No ocurre igual con su situación económica o con la humildad de su procedencia. Esto significa para ellos una cuestión de honor, es como un "juego de tronos" actuando cual Júpiter devorando a sus propios hijos en una lucha parricida por alcanzar todo el poder. Nuestra percepción se ve alterada ante la absurda combinación de la realidad con nuestro concepto de la verdad; logrando confundir a nuestros aturdidos sentidos. El reparto de cargos entre estos trúhanes es, cuanto menos, bochornoso e inaudito... No nos podemos imaginar que ocurra tal despropósito en nuestros días, nuestros recursos en manos de lerdos... A menudo nos preguntamos, si divulgar nuestras reflexiones vale para algo... Mi impresión personal es que no influye en nada, ni en nadie... Pero ello no es sinónimo que se deba dejar de hacerlo. Nuestro ímpetu inconformista nunca debe nublar nuestros valores, ni condicionar nuestra opinión, ni nuestro ego debe consentirlo. Aún más, nuestra reflexión debe permanecer pulcra, imparcial e intacta para conservar la credibilidad. Nos debe dar igual los comentarios que vierten sobre nosotros a modo de habladurías con la única intención de difamarnos, solo para hacernos dudar y desistir de nuestros principios. .  Nosotros seguiremos meditando en soledad, errando por este árido desierto (que es la vida), siguiendo sin avistar el ansiado oasis donde poder saciar la sed (de justicia) que desde hace tanto tiempo arrastramos ¿De qué vale referir estas inquietudes y estas dudas, qué nos calcinan por dentro?..  Pero sabemos a ciencia cierta que nos resultaría extraño permanecer en la penumbra del oscurantismo y más extraño aun, no compartir nuestras inquietudes. Debemos pensar no solo en los proyectos con los que estuvimos comprometidos en un no tan lejano pasado. Tener en consideración que el cambio de las costumbres es muy lento, pesa mucho las ancestrales tradiciones y esta espera puede llegar a agotarnos... Cuando la luz vuelva a encender nuestros apagados corazones, no debemos olvidarnos de lo que hemos sufrido en los momentos de incertidumbre y tristeza. Ni dejarnos timar por charlatanes de feria que sólo ofrecen humo. Solo entonces veremos más nítido el camino a seguir y ya no abandonaremos jamás, la senda que tanto nos costó de encontrar y tomar. Entretanto, mientras la lluvia continúe cayendo, nosotros seguiremos transitando hacia delante, "haciendo camino al andar"… no disimularemos la sensación de final de trayecto de este vacío existencial, aún nos queda mucho por conocer. Si logramos permanecer juntos, nadie nos hará daño, ni mermará nuestras fuerzas. Se esfumara la vanidad personal y el egoísmo, se sentirá la seguridad de pertenecer a una sociedad sólida y con principios. Desmontaremos sus primitivos argumentos y construiremos juntos un futuro serio, perfilado desde lo profundo de la simpleza del corazón. Seguiremos siempre hacia adelante, sin más mentiras… llamando a cada persona por su nombre. Cuando buscamos las palabras, nunca encontramos las que describan fielmente como nos sentimos por dentro, estas palabras explicarían (si no todo, si en parte) lo inútil de nuestro anterior proceder, donde no existía presente, ni cabía ninguna esperanza de futuro. Todos tenemos la decisión sobre nuestro porvenir aguardando (para ser tomada), en la palma de nuestras manos. Logremos edificar las condiciones propicias que hagan realidad todo lo que deseamos conseguir para nosotros y para la generación que nos sigue... Aprenderemos desde cero a vivir otra vez, permaneciendo siempre ahí, para cuando alguien necesite un hombro amigo donde expiar sus penas. ¡Tal vez! se acabara para siempre la hipocresía y la gratitud dejaría de ser una anormal rareza. Nos investiremos nuevamente de razón, para caminar por este sendero, eso sí, con la cabeza muy alta... hasta agotar nuestro tiempo. Sin valores, la vida no tiene ningún sentido o seguirá estando fuera de contexto eternamente. Con valores, podremos confiar mutuamente los unos en los otros y, ésta, es la piedra angular con la que se fundamenta una convivencia en armonía dentro del marco de una sociedad moderna, y que se garantice un futuro para todos... en igualdad de condiciones

miércoles, 25 de marzo de 2015

Insensibles?


   Hoy más que nunca, o tanto como siempre, se demuestra una vez más lo que siempre sospechamos, la soledad que se siente defendiendo un proyecto (justo) ante una horda de personas insensibles, aburridas y desinteresadas en su exposición…  No quieren escucharnos y eso para nosotros es difícil de digerir (no hay más sordo que quien no quiere oír) Nos confortan diciendo ¡bueno, será así, si vosotros lo dicéis! Pero expresado de ese modo son solo palabras frías, dichas para contentarnos, como si aún fuésemos unos críos pequeños. Consiguiendo (las palabras) un significado distinto para nosotros, más allá de la impresión que pudiese dar a simple vista. Pesan tanto como si nos tragáramos una piedra, que quedara atrapada en el interior de nuestro vientre, nos hundiera en el terreno que pisamos sin remisión... Pareciera que se ha acabado nuestra solvencia, concediéndonos la razón con una amarga ironía ¿Por qué perdemos tanto tiempo empecinados en cambiar su visión? Porque creíamos ser importantes y, al final, henos comprobado que sólo somos unos payasos en un inmenso circo lleno de charlatanes, bufones, funambulistas y otras gentes de ese gremio... Porque os abrimos nuestra mente y compartimos con vosotros nuestras ideas... Vociferando a los cuatro vientos lo que consideramos “bueno e importante”. Fuimos de la mano junto a vosotros, alzando el vuelo para alcanzar la luna… os dejamos participar de esos utópicos sueños. Os solicitábamos vuestra bendición y vosotros consentíais nuestra labor con vuestro silencio. Nos entristecía el deterioro creciente de la sociedad en la que convivíamos y a vosotros… solo os preocupa vuestra imagen... que lucéis, cual galán, mirándoos incansablemente en vuestros espejos. Día a día, nos engañabais dejándonos pensar que contábamos con vuestro apoyo y eso sí que era vivir una mentira, un mal sueño... ¿Cuándo lo transformasteis en una pesadilla? para hacernos quedar como unos necios...  unos ilusos que creían estar siempre en lo cierto. Nos sonreísteis y nos complacíais, dándonos una vaga esperanza… Ahora que vivimos en las sombras de aquellas alucinaciones, donde con lágrimas se ahoga nuestro verbo; nos consideramos los más crédulos del mundo entero. Sí alguna vez nos escuchasteis, lo fue para exhibirnos y exponernos, como se muestra cualquier juguete nuevo. Y mientras tanto nuestra confianza, se fue exiliada hacia el olvido. Pedíamos tan poco, nos conformaremos con nada ¡Hay tantas ideas que se quedaron en el tintero! Solo nos queda el escarmiento y  la certeza que hemos perdido un trozo de nuestra vida, a cambio de despertar de un sueño ¡Quizás! cuando pase un poco de tiempo y se nos haya dado o se nos haya quitado la razón… os miraremos de nuevo con ojos llorosos y entristecidos, ¡quizás! seamos para vosotros solo un grato recuerdo, pues será nuestro el momento. Ahora nos vamos de vuelta a casa en absoluto silencio. Tan vez un cercano día estaréis rogándonos que volvamos para comenzar otros proyectos. Os demostraremos que todos vuestros actuales temores son infundados, están equivocados… pero sois demasiado testarudos para reconocerlo. Lo que entonces nos faltará será tiempo, será demasiada la demora acumulada… y aun así lo intentaremos. Desde siempre nos han preocupado los menesterosos y la exclusión social. Y esa preocupación la hemos compartido con vosotros... Y si los excluidos pudieran perdonarnos a todos, volveríamos a empezar sin miedo. Merecen una nueva oportunidad. Por esta causa, de verdad, pretendemos hacer lo correcto... entonces, deshagamos este entuerto. Ante la pobreza nadie debe quedar nuevamente expuesto, sin el apoyo de su familia, de sus amigos, de las instituciones y de una sociedad comprometida en la erradicación total de la pobreza y de las bolsas de marginación. Y además deberían saber, no solamente que ya no están solos, sino que nunca más volverán a estarlo.

lunes, 23 de marzo de 2015

Diversidad


    Existen tantos mundos como ojos lo miren, cada cual tenemos nuestra particular visión de él,... apreciamos con toda intensidad su incertidumbre, todas sus contradicciones, toda su conflictividad, todos sus desafíos ..Y cada uno creemos poseer la piedra filosofal, la única solución aplicable para arreglar tanto desbarajuste. No comprendemos (aunque deberíamos) a aquellos que llegan a convergir con nosotros en la misma tesitura de evaluación de la actual situación, con la misma certeza, pero obviamente llegando a conclusiones diferentes, y proponiendo la aplicación de una solución distinta. Cuanta hipocresía se derrama sobre las personas, pero sobretodo, sobre lo que representan, sobre el paradigma por el cual encarnan a las diferentes posiciones ideológicas. Siempre acontece igual, en vez de confrontar proyectos... Se desafían personalmente entre sí, como si fuesen unos vulgares antagonistas, empotrados en una titánica lucha de gladiadores en un coliseo romano, con la única finalidad de servir de divertimento al emperador de turno y a la plebe borreguil que le sigue sin cuestionar ninguna de sus decisiones (sean correctas o no). Se creen ungidos de razón y bajo ella se cobijan...  quien de ellos fuere más atrevido, astuto y mordaz, será quien marque las pautas a seguir… será quien imponga su credo al resto... Aunque para lograrlo tengan que recurrir a astutas artimañas (las mentiras y los insultos personales), Nosotros creemos que para hacer tal viaje no necesitaban ningunas alforjas. No les interesa tanto seguir una enseñanza que sirva de modelo para la ciudadanía, como auto contemplarse ensimismados (encantados de haberse conocido), acusando al adversario con todo tipo de tropelías, utilizando tácticas inverosímiles que van contra lo que propone el mínimo sentido común. Pero el contrario desaprovecha la ocasión y la utiliza para devolverle el golpe, contratacando con más de lo mismo (tu más), para supuestamente proteger su honor mancillado. Se dice que hoy en día se ha perdido el sentido del ridículo, muchos no saben lo que está bien o mal, ni por qué... También se podría afirmar con rotundidad que se ha perdido la línea de identidad personal e ideológica (no quieren que pensemos). Si preguntáramos a alguien cuál deberían ser los pilares de un buen proyecto. Nos respondería que aquel donde no quepa la corrupción, que brille la limpieza, que sea nítido y tome como insignia la honestidad y la transparencia (Buenos principios). Sucede que la vida es alguna que otra vez brillante (muy pocas),  y pone condicionantes, que son exigidos por los despotismos de toda índole que se han cometido con anterioridad. .. Si bien es cierto que cualquiera podemos cometer errores, caer en contradicciones, que ocurren en esos escasos momentos que pareciera que hemos perdido nuestro norte. Siempre deberíamos de lamentarnos por el hecho de habernos equivocado (cuando los perjuicios adyacentes fueran no deseados) y busquemos una solución eficaz, reparadora y satisfactoria. O tal vez, se hizo daño con las palabras que dijimos en un momento de excesiva exaltación (pues a veces criticamos sin conocimiento de causa), que costaron a alguien algún sufrimiento y ¡quizás! alguna que otra lágrima. Pero si se ha pedido perdón desde lo profundo del corazón y se ha reparado el mal causado... lo normal sería que nos lo otorgasen (el perdón) o concederlo nosotros (según proceda). Si se reflexionó sutilmente  y se aprendió el “porqué de ese error” (sobre todo para no volverlo a cometer), tal vez se podría volver a comenzar... Más el hombre (o la mujer) es el único animal que tropieza dos veces (o más) con la misma piedra, tal vez la cordialidad perdida vuelva algún día, pero recordemos que no suele retornar indefinidamente. Nuestra inocencia es aun pura, pero tiene un límite definido y siempre se dijo que los desarreglos (abusos) traen arreglos (orden). Que siempre tendremos esperanza… estamos seguros, ¡Ojalá! no sea nunca más ninguneada, en ello tenemos depositada nuestra fatigada confianza.

lunes, 16 de marzo de 2015

Primavera


 

   Si de veras nos alegra la primavera, es porque vuelve la diversidad del color, se aleja de nosotros ese tiempo gris, gélido y monótono... aunque cambie muy poco nuestro pensamiento, pues es similar al que se le supone a ciertas personas que caminan errantes en soledad por este largo éxodo. Como bien decía D. Antonio Machado, lo hacemos “Ligeros de equipaje”, consintiendo, de forma virtual, dejarnos aconsejar por esas “inteligencias” tan frías, apáticas y calculadoras que sigilosamente, en un tercer plano, observan nuestro discurrir por este oscuro túnel por el cual ahora transitamos. Lo hacen con mucho interés, pero con miedo, ocultándose para no llamar la atención tras una máscara de vulgaridad en las tinieblas de la oscuridad espesa y recóndita. Siempre hemos percibido las cosas sin pensar en las consecuencias de lo que tan diestramente nos sugieren... ni tampoco en sus nocivos efectos secundarios… Pero si nuestra mente alguna vez llegara a dudar de esa realidad... sería motivo suficiente para la indignación de quienes siempre nos controlan, de aquellos que nos clasifican como sub-especie (según color de piel, sexo, ideología, etc.) Y nos impiden acabar con este siniestro capítulo de nuestra vida, no dejándonos pasar página de una vez,… Tampoco nos permiten dejarnos seducir por nuevos formatos. Para cambiar la presente tendencia necesitaremos tomar conciencia del lugar que ocupamos en este infinito cosmos, salir como sea de este descomunal agujero negro que nos succiona hacía su interior para devorarnos vivos... Descubriremos, de nuevo nuestra estrella, el sol... que nace cada día para hacer florecer las flores de un nuevo sueño primaveral. Aunque somos conscientes y no ignoramos que llegara un día que estas mismas flores morirán transformándose en simiente de la siguiente generación, a la cual nunca conocerán… Observaremos asombrados como se alejan de nosotros para siempre, esos mal farios. Comenzando por fin a leer el capítulo siguiente de esta gran aventura que es nuestra vida. Alejaremos de nosotros esas nocivas doctrinas que nunca nos anunciaran la luz. Es verdad que el futuro es un misterio, si pudiéramos viajar en el tiempo, otro gallo nos cantaría… Creo que deberíamos preocuparnos por encontrar las respuestas correctas a tantas incógnitas que aún nos queda por resolver, para no tener miedo a lo que el futuro nos depare ¿Qué más nos quieren esconder? ¿Qué nos queda por preguntar? Siempre nos están mintiendo, y nunca cesaran de hacerlo… esta es la única verdad que por ahora conocemos. Y si alguna vez nos llegarán a contar la verdad, no les creeríamos...pero les perderíamos el miedo. No nos importara nunca más sus fobias, ni nos interesarán sus problemas particulares. Esta primavera las calles están llenas de figurantes, que se dedican a profetizar el fin de los tiempos. .. Ignoramos la razón o el por qué, aunque lo intuimos… ¡Que se alejen de nosotros de una vez por todas esos farsantes! servidores de clandestinos intereses. Que lo hagan antes de que nos perviertan y nos perdamos sin posibilidad de remisión. ¿Qué tienen que decirnos de las sombras que visten su pasado? Creíamos resueltamente que las habíamos olvidado, que nunca más escucharíamos pronunciar ese nombre… Nos equivocamos. . ¿Hacia dónde deberíamos dirigirnos para volver a sonreír? iríamos a cualquier parte, para dejar de sentir miedo. Hoy amaneció un nuevo día, ¡qué más da! que este nublado, llueva o luzca el sol… siempre que la luz brille en nuestro interior y nos ayude a decidir qué es lo más correcto para nosotros, que debemos hacer con nuestra vida, con quien debemos compartir nuestros sueños… Sé que somos extremadamente débiles, que los viejos recelos ejercen sobre nosotros mucha presión, que aún despliegan una gran coacción en nuestro hábitat… pero debemos ser fuertes y combatir contra la intoxicación de nuestro inconsciente. Si fuéramos unos autómatas, no dudaríamos nunca de nada, todo estaría correcto, no habría nada de qué dudar...  Pero seguramente si todos fuésemos de similar talante, nadie nos trataría como ahora lo hacen (de bien o mal), pues no habría ninguna necesidad de hacerlo. No debemos tener miedo a la diferencia, pero sí cuestionar todo lo que nos bloquea, clamar para aseverar que el futuro si nos importa y queremos pertenecer a él, vivir en el… pero con una mínima calidad de vida y sobre todo sin miedo a nada ni a nadie.

martes, 10 de marzo de 2015

Subir a la cima de la montaña


   

   Visto las majaderías con las que nos regalan los oídos últimamente, tenemos que tomarnos un tiempo para reflexionar, para pensar sobre todos los asuntos en general, sobre los que nos afectan personalmente en particular. Para entender las complicaciones que trae la vida consigo, debemos saber leer entre líneas lo que ésta nos dice a través de infinitas señales…. Sobre todo, para tener claro cuáles son nuestros valores y cuáles serán nuestras prioridades, No sé si esto será correcto o tal vez es una mala ocurrencia (el tiempo lo dirá)... Debemos escalar esa gran montaña que a modo de obstáculo nos ponen justo delante, para entorpecer nuestro avance en el reconocimiento de derechos que poseemos como personas. Estamos obligados a tratar de encontrar un lugar donde todos nos sintamos a gusto y al cual estemos orgullosos de pertenecer. Deberíamos actuar como un solo ser, una sola conciencia, tratando de caminar siempre hacia delante, liberarnos de pensamientos negativos, tergiversados, precocinados e ideas trasnochadas... Dejar de sentir ese inmenso peso sobre los cansados hombros… Si nos lo planteamos en serio, veríamos el sol brillar a través de estas oscuras nubes... deberíamos al menos de intentarlo. Esta idea, al menos, nos aportara la sensatez necesaria para sobrevivir en este hostil mundo... Nos duele el corazón de pensar en cuanto tiempo hemos malgastado, desperdiciado… dando vueltas y más vueltas (como un tiovivo de feria)... cometiendo siempre los mismos errores, repitiendo la misma rutina... Desconozco si aún nos queda alguna esperanza para volverlo a intentar... Seguramente ahora estemos volviendo a tropezar en la misma piedra, o repitiendo viejos roles. Si de veras queremos comenzar, lo haremos y avanzaremos hacia el horizonte juntos, haciendo posible que este mundo no este constantemente en llamas, que no sea un mundo hecho para solitarios, donde nadie puede autodefinirse o revelarse como persona, expresar sus anhelos de cambio (muera la vulgaridad)… No, no es una idea absurda, ni está anticuada... Intentémoslo todos en armonía, sin cláusulas, ni exclusiones. Resulta extraño las tonterías que nos obligan a decir o hacer (muchas más de las que creemos), El tiempo se pasa muy veloz, y no nos queda mucho más; no debe quedar lugar donde esconder las dudas...Debemos arreglar las cosas, pero sin falsear la realidad, ni enmascararla (Si es cierto que aún nos preocupa). No debemos demorarnos, ni decir o escuchar palabras vacías que no significan nada para nadie y cuyo único objetivo es prolongar artificialmente el engaño o dilatar innecesariamente la agonía... sin ninguna finalidad en concreto (aparentemente). Presionemos para que se mejore nuestras vidas (significativamente), que sea una prioridad hacerlo antes que otras muchas memeces... Que vivamos con plenitud, sin despotricar nada, sin desperdicios innecesarios. Todos deberíamos de poner nuestro grano de arena para hacer realidad este y otros sueños de mayor envergadura, hacerlos factibles por y para todos. Tratemos de vivir esta esperanza desde una perspectiva amplia, con una visión generalizada, como si hubiésemos hecho cumbre en esa hipotética montaña (de obstáculos) y toda la tierra estuviese para siempre a nuestra merced.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Preguntas tontas sobre las promesas electorales


   Parafraseando a Martin Luther King, hemos tenido un sueño, en el cual todo el sufrimiento causado por la crisis, era una quimera, no existía... que las corrupciones eran solo argumentos de las novelas de picaresca, que no se conocía a los auto-definidos “salvadores patrios, ni el orgullo y avaricia de una parte diferenciada de la sociedad, ni había capos, ni familias dueñas del hampa. Pero despertamos y comprobamos que la verdadera pesadilla es la vida real en sí misma, muy espeluznante, que supera cualquier ficción terrorífica de la autora la novelista  Mary Shelley o de cualquier otra índole. Ahora que comienza oficialmente la sufrida (para nosotros) campaña electoral, y el bombardeo incansable de mensajes vacíos, sin contenido. Pendientes de hundir la reputación del adversario o contrincante político, más que de explicar su propio proyecto. Le preguntaríamos a cualquier candidato o candidata ¿Cómo podemos estar seguros de ti? Cuando tu presencia entre nosotros es testimonial,  es solo una ilusión. Cuando el único cambio que persigues es el de nuestra mente (que nos volvamos más lelos). Piensas que te exigimos cada vez más, y ello a pesar de que tú no nos inspiras ninguna confianza. Como mucho, solo propones un pálido refugio para guardar nuevamente nuestra resucitada esperanza. Nos pides la confianza con ese viejo estilo impersonal, frío y anticuado que tienes. Nosotros no sabemos construir nuestro mañana sobre las ruinas de tu fracaso. Demostrado esta, tu ambición es solo de estar al frente, de obtentor todo el poder... repetimos ¿cómo podemos confiar en ti? Si todas las promesas que nos hiciste antes, aún están por realizarse…  ¿cómo podemos hablar de tu valía? Cuando todo lo nuevo que dices lo has copiado de otros por miedo a ser sustituido, a ser olvidado... Creemos que no te pedimos tanto,  o ¡quizás! sea demasiado para ti.   O tal vez eres incapaz de hacer realidad lo prometido….Hemos pasado antes por este mismo camino, estaba en construcción y aún sigue en obras, no está acabado. No encontramos un porque, ni ninguna necesidad especial de intentar resolver tu situación laboral de ahora, ya que la nuestra poco te importa a ti. . Tampoco entendemos tu repentino interés por nuestros problemas... te hemos llamado la atención sobre ellos demasiadas veces, obteniendo el silencio por respuesta,  hemos llorado por su causa tanto, pero todo ha ido a peor en nuestras vidas y hemos echado de menos tu ayuda… Y tu ¿Dónde estabas? tu figura brillaba siempre por su ausencia. Insistimos, ¡quizás! te pedimos mucho más de lo que estas capacitado o puedes llegar a dar... Pero es tuya la promesa, ¿lo recuerdas? Demasiada gente vivimos en un mundo inédito por lo brusco, inhóspito y desconocido... Mientras  otros viven la vida como si jugarse a un juego, eso sí, amañado... Para nosotros el mundo durante este periodo, ha cambiado mucho (a peor) y hace ya tiempo que dejamos de ser esos niños inocentes y obedientes que se le engañaban enseñándole un dulce…  y  mira en que nos habéis obligado a transformarnos...  ¿Para cuándo haréis que esto funcione? Podríamos incluso pecar de ingenuos y escucharos... No nos respondes, porque no tienes respuesta, son solo vagos deseos y sus correspondientes sombras… Seriamos hasta felices de creer que todo tiene solución,  que un nuevo mañana es posible… Pero notamos esa fría mirada que se clava como un puñal en la nuca, que se burlan de nosotros y de nuestros deseos, que nos apocan y destruyen e incluso dudan de nuestra naturaleza humana y creen poder arreglarlo con un exorcismo… Porque el bien común no comulga con su credo, creen que deberíamos pasar de puntillas por la vida y hacen lo posible para que así sea… Y cuando pensamos en todo lo que nos pasa y tomamos conciencia de nuestro ruin estado (les provoca pánico o terror) nos damos cuenta de nuestra condición de víctimas del olvido de aquellos en quienes hemos depositado nuestras expectativas... Pero abriremos los ojos, mientras tengamos el mundo de par en par en nuestras manos, seremos nuevamente puros de corazón, esto más que una promesa, es una obligación por nuestra parte. Si volvemos a entregar nuestra alma, nunca la recuperaremos, esta puede ser la única oportunidad que nos quede de salvarla… El tiempo de confianza ciega ha terminado, ¿porque nos hiciste llorar? Enviando nuestras conciencias a dormir…. Nosotros que te llamábamos la gran esperanza, y solo alargaste un poco más nuestra cadena, para que sintiéramos la vana sensación del sabor de la libertad. Ahora vemos que mentir y esperar que te vuelvan a creer es cosa de una pobre y débil mente calenturienta y febril…. Y por último, también has logrado que nos sintamos culpables de tus errores, nos dijiste una cosa y la contraria,  ¿cuál es la correcta? ... cargaste sobre nuestros hombros la responsabilidad que solo a ti te correspondía, te entregamos nuestro honor que fue prostituido y mancillado, que perdió todo su brillo y esencia… Por ello te volvemos a preguntar ¿con que cara (la buena o la mala) nos pides que confiemos en ti? ¿Porque ahora si puedes y antes no? ¿Cuál es el precio final que tendremos que pagar? Cada cual saque sus conclusiones.

martes, 3 de marzo de 2015

tergiversación o intencionalidad?


   Las palabras tergiversadas o mal utilizadas pueden llegar a ser demoledoras, además de malsonantes, son tan hirientes como si se usara la violencia física. Irrumpen en nosotros con un estruendo, como un trueno que aturde las mentes. Nos resultan dolorosas en exceso, no logramos entenderlo, los descréditos y mentiras malintencionadas que se vierten rebasan nuestra capacidad de razonamiento, empequeñecen a quienes los pronuncia, solo tienen el valor de hacer daño. Tampoco las promesas se hacen para romperlas, la esperanza que en ellas depositamos es un sentimiento muy intenso… las promesas banales mata la confianza (poca o mucha) que tenemos en los demás. ..., lo prometido si fuese realizado, con gozo será recordado; de igual modo se recuerda el dolor y desilusión que causa la ausencia de un compromiso real y sincero. Es verdad que las palabras intrascendentes se las lleva el viento y se olvidan para siempre... Nosotros tenemos la alternativa de ser alguien que solo escucha las ilusiones,  las penas, los problemas de los otros... o alguien a quien se puede acudir para solucionarlos, alguien que sabemos que siempre nos atenderá, ósea un pañuelo emocional (pero que no fuere de usar y tirar) Deberíamos dar un paso adelante y revelarnos contra la monotonía, contra la apatía, contra lo que nos amarga la existencia, tener fe en nosotros… A veces nos sentimos unos extraños, incluso en nuestra propia casa, miramos alrededor y no hay nada, ni nadie... solo percibimos una inmensa soledad... nadie nos responde al teléfono, nadie nos llama para saber de nosotros…  por todo ello a veces es preciso poner a prueba a nuestras amistades... saber quiénes pueden ser llamados verdaderos amigos… Deberíamos desterrar las dudas de nuestro interior, que actúa como veneno que corroe nuestras entrañas, necesitamos sincerarnos con nuestro entorno social y familiar, pero sobre todo, con nosotros mismos, perdonarnos los errores pasados… pues son ellos los que nos han forjado y nos han convertido en lo que somos hoy en día (como personas). Deberíamos dar el paso hacia delante, no dependemos de nadie para hacerlo, solo de nosotros mismos y por tanto somos los legítimos dueños de nuestro destino. Nadie vivirá la vida por nosotros… Durante un tiempo no nos sentiremos tan insignificantes, olvidaremos todo el rencor que hemos ido acumulando, enjugaremos todos los pañuelos donde se secaron todas las lágrimas que por nosotros se han derramado, y finalmente destruiremos el circulo de fatalidad interminable que sobre nosotros con asiduidad se cierne, cual losa pesada que nos impide avanzar. Reviviremos de nuevo los días felices de despreocupación y de inmensa alegría, como si fuese una golondrina que vuelve hacia nosotros cada primavera... Saborearemos el perfume de la felicidad, superando con nuestro flamante calor, el frio hostil que de nosotros se desprende ahora…. Seremos consolados con palabras dóciles y justas, insignificantes pero muy necesarias…Justificaremos nuestras acciones, asimismo, justificaremos nuestras emociones... La mentira será superada, quedara sepultada en el monte del olvido. Nunca más volveremos a sentir terror a lenguas afiladas y viperinas, ni nos obligarán toques de queda que nos prohíban simplemente vivir. Sería como si nuestra mente  estuviese encerrada en una aislada prisión... que provocase que nuestra alma se  quebrantase, que se rompiese,  cual vidrio, en mil trozos. Necesitamos liberar nuestro espíritu, nuestro corazón está en llamas... hambriento de paz y justicia. Si por una vez nos escucharemos, sabríamos las verdaderas razones de nuestra agonía… El tiempo pasa muy deprisa y los años, cual humo de un incensario, se esfuman para siempre… No debemos mentirnos,  ni hacernos promesas falsas, ni imponernos metas inalcanzables, nunca nos deberíamos fallar, ni darle crédito al auto-engaño… El silencio que se percibe es muy fuerte, encerrados como estamos en nuestra distraída mente, ensimismada para nuestro deleite en inútiles pensamientos y en vana autocomplacencia... Todo lo que necesitamos, todo lo que quisimos para nosotros mismos,  lo podemos conseguir con el único esfuerzo de nuestras manos y tener buena predisposición de lograrlo... hacerlo por nosotros mismos. Hemos inventado las diferencias entre nosotros, construidas sobre mentiras muy elaboradas que nos vendieron, cual cuento de caperucita roja disfrazada de lobo feroz, como verdad verdadera… nos sentimos atrapados en medio de una guerra fría, que no por ajena ha logrado su propósito y nos ha trasformado en polos similares que obviamente se repelen.

martes, 17 de febrero de 2015

Dulce Melodía.


  Ante el inapropiado uso de descalificaciones personales, nos parece,incluso, discordante con la actual corriente de pensamiento, creer en la utopía de unir a todos, entorno a un objetivo superior; es como, sin conocimientos musicales, tuviésemos la absurda idea de intentar interpretar con una orquesta una sinfonía un tanto agridulce...  Se pretende alcanzar con este supuesto baldío esfuerzo propiciar que los extremos se acerquen, menguando las diferencias que los dividen y alejan, exaltando las virtudes que les unen a ambos (extremos) en un mismo común denominador. Pero se da la irónica paradoja que somos esclavos del dinero y siendo esto cierto, somos como zombis, muertos en vida. Para evitarlo, deberíamos tomar el único camino que todos conocemos con certeza, en el que siempre hemos creído... porque es el único que nos lleva a metas más elevadas, por todos ansiadas... donde todos los sentimientos confluyen en un mismo lago (por antagonistas que fueren) y se vuelven a reencontrar. ¡Sí!, ¡todos ambicionamos cambiar! pero para hacerlo tenemos en primer lugar que quererlo, debemos creer en nuestra capacidad para lograrlo, creer en nosotros... Más, somos incapaces de despojarnos de los viejos clichés, salir del cómodo caparazón que nos hemos construido tan placentero,... Contemplando como se deteriora esta inusual situación que día tras día, se auto-corrompe y se sumerge, más aun si cabe, en su propia miseria. Aunque quisiéramos hacer miles de cosas nuevas para salir de esta soporífera rutina, deberíamos de ser a la vez miles de personas para poder lograrlo, sin miedo al fracaso... Algo dentro de nosotros, nos recuerda que somos incapaces de cambiar de la noche a la mañana... la ambición personal nos frena, es el principal obstáculo, somos incapaces de pensar en algo que no sea el bien propio. Desearía que todos tuviéramos fuerza suficiente para poder cambiar ese mezquino pensamiento, tan corrosivo y egocéntrico, que tanto daño nos causa y al hacerlo (eliminarlo) sería una cuestión muy provechosa para el bien común.... Estamos necesitados de escuchar palabras de apoyo y aliento, para agradecer todo el sufrimiento que hemos pasado y todo el que está por llegar… que nos demos cuenta de que no ha sido, ni será en vano. Que deje a su vez, que nazca esa dulce melodía que habita dentro de todos nosotros. Que limpie nuestra escabrosa mente y  nuestra manera de entender lo complejo de la simplicidad de la vida y así poder volver a saborear la libertad de la indecisión... Aunque estén bien señalizados los caminos, no hay nadie con el suficiente valor que se atreva a componer esa dulce balada que tanto canturreamos, cual canto de sirena que nos atrae inevitablemente hacia el auto-cataclismo... Sabemos que es improbable un cambio personal en nuestra filosofía vital, pero debemos aferrarnos a la idea de su probabilidad y seguir empecinados para hacer realidad su consecución.

jueves, 12 de febrero de 2015

Lo que el viento se llevo...


   Siempre que efectúo una reflexión sobre mí vida, llego a la conclusión de que lo que me ha acontecido no es tan malo (como en principio podría suponerse), tampoco, lógicamente es tan bueno como hubiese deseado, pensar de manera distinta seria auto-engañarme, Desde luego que me siento fenomenal, algo o alguien bueno tiene una sana influencia sobre mí, desde que tengo este sentimiento de bienestar me pongo en marcha bajo los efectos de una súbita sensación de libertad, no me importa la poca o mucha importancia de lo que esté haciendo en esos momentos o que piense en una cosa definida u otra completamente distinta... pero que se encuentre siempre en concordancia con mi estado de vehemencia…. Una y otra vez, ¡demasiadas veces quizás!, he estado dando por sentado muchas cosas, de las que verdaderamente cuesta entender, pero que nunca las he cuestionado…. pensaba que siempre viviría de aquella forma tan sencilla y natural, que nunca llegaría el día que me lo replantaría todo. Ahora que no me hace falta mucho para subsistir, me deleito solo con contemplar la alargada sombra de un árbol en un soleado amanecer… es para mí como una sustancia hipnótica que me hace regresar a lo cándido de la niñez, esa que fue perdida en las lagunas del tiempo y reemplazada por el miedo a un futuro incierto, a la vida misma… Me engañaba pensando que todo evolucionaría a mejor, siempre era así de ingenuo e inocente, Pensaba que nunca tendría preocupaciones por mi porvenir, pues eludiría la responsabilidad sobre mi vida que seguiría dependiendo de las decisiones que tomasen otros en mí lugar… Cuando era pequeño, ninguno de los niños de mi edad,  teníamos problema o nos producía algún completo establecer una amistad sincera y recíproca. Interactuábamos sin ningún tipo de tapujos o condicionantes (sociales, políticos, etc.) éramos ante todo, niños y todos teníamos un valor entonces sobredimensionado “La Amistad”… Y aunque hemos crecido juntos, en el mismo lugar, en el mismo circulo socio- económico, se ha perdido para siempre esa sincera amistad. Predominan las apariencias y el miedo al qué dirán… hay entre nosotros altos muros que nos resultan infranqueables (educativos, laborales, culturales, económicos, sociales…) Sin darnos cuenta hemos perdido esa normalidad, esa sencillez, el poder compartir sentimientos y secretos con alguien de confianza… Es  este, seguramente el alto precio que todos pagamos con la llegada a la madurez, a la edad mal llamada “adulta”. Nuestro soñado destino llega para destruir todo lo que éramos y todos los sueños sobre lo que queríamos ser... llega para impedirnos avanzar como personas… . Las circunstancias fueron marcadas por el tiempo, y en él se perdió lo mejor que cada uno de nosotros teníamos… se llevó nuestra inocencia, nuestra esencia, nuestro presente y embargo nuestro futuro… No puedo decir hacia dónde vamos, pero sé que seguramente ese destino no me gustara nada, supongo que no hay manera de saber hacia qué lugar nos dirigimos o cual será nuestra meta Ahora que me encuentro pensando en todo lo vivido, contemplando la desfachatez de este mundo tan ruin y perverso, que se ha hecho cada vez más complejo, más competitivo y muy exigente. Me libero de tantas preocupaciones y no le temo al futuro; no es que peque de imprudente… pues ciertamente se ha de pensar en el día de mañana, nunca en lo que pasara dentro de equis años, de muchísimos años más, porque seguramente ya no estaremos aquí ninguno de nosotros, haciendo realidad el certero refrán de  “Dentro de cien años….”

lunes, 2 de febrero de 2015

Picaros (que se creen astutos)


   Hoy me hallo en casa, al calorcito del bracero, (que es lo propio de gentes humildes) para procurar minimizar los rigores de este frío invierno. Para pasar este tiempo ocioso del obligado retiro hogareño, repaso las noticias sobre los recientes acontecimientos y las distintas opiniones que se han suscitado en los distintos medios audiovisuales sobre ellos. Leo los artículos de opinión elaborados por analistas de diversas corrientes políticas. La primera reacción es sorpresa… por cómo se tratan los temas noticiables, sobre todo algunos de índole muy delicada, inmediatamente después me da por reírme (a carcajadas) de esas pantomimas, y es que debo, sin duda alguna, estar leyendo la revista “El jueves” o alguna por el estilo, si no, no me lo explico. Porque ya a cualquier escrito de propaganda manifiesta se le llama artículo de opinión… Yo continuo, cual lector de estas revistas cómicas, tronchandome de la risa de la manera tan particular como lo cuentan, ¡vaya trolas! No sé cómo esperan encontrar crédulos que comulguen con semejantes disparates…. Pero obviamente los hay y no son pocos… La manipulación es un deporte que debería ser proclamado olímpico, existe desde que el mundo es mundo y se inventaron las habladurías…. Seguramente alguien que no tendría nada mejor que hacer, comenzó a observar a los demás, y comprobó que aquella información la podía utilizar para el logro de sus fines personales, o los podría utilizar para malmeter, para sembrar odios… Desde entonces hasta ahora, la manipulación se ha convertido en todo un arte… Personalmente lo declararía licenciatura universitaria, pues aquí en este país, contamos con auténticos catedráticos en la materia de inventar, de manipular los sucesos diarios. Dentro de su disciplina estaría, seguramente, un apéndice de las matemáticas o el arte de reconvertir los números en más o menos, o primos… según más convenga... o hacer lo positivo negativo o viceversa…. También saben improvisar currículos a medida, o al menos como hincharlos para transformarse en “doctos señores”…. En fin, me contento al recordar que este es el país del lazarillo… Libro sagrado para tantos picaros y picaras, que a lo largo y ancho de nuestra reciente historia por desgracia para todos, han campado a sus anchas por esta incauta sociedad nuestra. 

desechos



   Ya nació vieja, aunque eternamente parezca un querubín y se conserve con una apariencia inocente propia de la infancia; siempre se ocultara tras una máscara que reflejará la imagen que le quieran otorgar las indiscretas miradas de los ojos que en ella se posen. Viajera del infinito, procedente de un mundo cuyo nombre ha sido por todos olvidado, con paso estridente, inequívoco y distante, de ideas oscuras, sumamente aterradoras. Su meta siempre se divisa ante sí, disimuladamente oculta entre las mareas del horizonte de un ocaso sempiterno. .. Allá donde ni la luz, ni las tinieblas tienen potestad... ni ejercen su regencia. En un dominio gris de tristeza torpemente disimulada y de insípida condescendencia, cuya repetitiva usanza, vuelve paranoico al guardián de los deseos; que la arrastra en su salvaje metamorfosis, volviéndola sobriamente desequilibrada, con esa efervescente locura que le sitia y le hace aún más lóbrega, impenetrable y misteriosa... más seductora. Su génesis fue la amnesia sobrevenida que provocó la lectura de aquella sórdida palabra... que jamás nadie debió de osar pronunciar y que haciéndolo posibilitó que se transfiriera la vida, teniendo como consecuencia no apetecida, que se engendrase una terrible criatura, a la que se le dio el nombre de "Parca". Entre desasosiegos y susurros, cauta se mueve, por siniestros caminos de una perversa visión de la caduca vida en un edén por nadie habitado. Existe sin pasado, vive en las tinieblas de una noche perpetua, que nunca será vencida por un alba sublime que transforme su errática naturaleza y le restituya en la brevedad de lo caduco... Merodea como un vagabundo sin esperanza, sin posibilidad alguna de reinicio, de liberación. .. Contemplando la sucesión interminable de rostros de un mismo ser... está condenada a repetir por siempre un ancestral rito de vulgaridad extrema, sin posibilidad de volver a formar parte de la nada, de revisar su condición; de provocar su particular "Big Bang"... sin poder dar sentido a su existencia, monótona y soporífera… y así lo ha de ser por toda la eternidad, condenada a ser la última visión de aquellos de los que es deudora.

jueves, 29 de enero de 2015

¡Queremos saber!


   Según se dice, la mentira tiene las patas muy cortas.... El sentido de este dicho popular cambia radicalmente de significado y se vuelve completamente distinto en estos días, metidos como estamos en la vorágine electoral... Sería muy gratificante escuchar por boca de algún aspirante a cualquier cargo público, algo que se asemejare, aunque fuese mínimamente, a la realidad y que además lo fuere... que en definitiva, fuese demostrable esa verdad... no utilizando falsas estadísticas o maquillando los datos de éstas, pues según el color político de quien los maneje, irán en un sentido u otro totalmente diferente y ¡ay que mosqueo!, si algún candidato insinúa que no tiene preferencia por algún color en concreto, fuesen los tradicionales, o fuese nuevo el color.... Eso sí, aunque los datos sean los mismos, provocarán tantas interpretaciones como interlocutores los expongan. Nosotros tenemos mucha “hambre” de conocer la auténtica realidad de nuestra sociedad, sin tapujos, tener conocimiento de cómo funciona todo y todos. .. Verdad que hasta ahora se nos ha ocultado, camuflado o no se nos quiere contar por  las razones que fuere... Más nunca como ahora, había sido tan necesario su conocimiento, ya que tras estas demandas estamos mujeres y hombres que creemos tener derecho a conocer la verdad y ello, a pesar de las negras sombras del panorama que nos dibujan si no les creemos a rajatabla. Tampoco ha mejorado de forma apreciable nuestra situación personal, esto ahonda en esa necesidad de conocer la auténtica realidad, para poder formular una opinión con propiedad. Pero no hay quien nos facilite la labor y nos lo cuente. Por desgracia, parecen que todos están implicados en una conspiración de silencio, cosa que no sería de recibo y por tanto no se les entendería, por mucha palabrería que nos dedicasen para convencernos. Somos muchos los que necesitamos una explicación más precisa, descriptiva y más sosegada... para evitar entrar en colisión con el mensaje que, seguramente,  se nos trasladará en un futuro periodo post electoral. En todo caso, a unos y otros se les pide claridad y compromiso, ya no vale eso de "por el buen camino..." Si no quieren renunciar a nuestro apoyo, es necesario la claridad de sus acciones y más control sobre sus decisiones. Si ante cualquier pregunta, cualquiera de ellos nos respondiera a medias, es decir, si se mantuviera en una ficticia “frontera” entre la verdad y la falacia, sin entrar plenamente en él compromiso personal, sería víctima fácil de las dudas sobre su honorabilidad. Se valorara la constancia para profundizar en  el conocimiento de la realidad social y facilitar una explicación clara y sencilla, que evite nos perdamos en el manejo de la síntesis semántica y nos “ahoguemos” en nuestra verborrea por falta de entendimiento mutuo, como si habláramos idiomas diferentes. Las cosas deben ser claras: "nadie puede tener ni fines, ni objetivos ocultos, ni tampoco ambiciones inconfesables, que no sean servir a la sociedad con plena dedicación personal y espiritual, nunca a los intereses privados de una minoritaria élite, que solo sirven a muy pocos... En caso contrario, mejor que se queden en su casa, por el bien de ellos en particular y el de todos nosotros en general.

sábado, 24 de enero de 2015

De Fanfarrones...y otras subespecies


    Se ha abierto la veda, hoy me desayuno con un comentario en el Facebook agrio, ofensivo (o así me ha parecido)… exhibido como el que escribe (por casualidad) una gran historia y necesita el reconocimiento inmediato de los demás, para autoafirmarse y creerse un ilustrado, un autor de prestigio, digno del premio nobel (la fábula del burro y la flauta). Veo con asombro que este individuo esta eufórico despotricando como un poseso que esta fuera de sí (escudándose en la seguridad y autoconfianza que supuestamente le aportan las redes). Una vez más, se cumple aquello de que se obtiene la fama antes ofendiendo y desprestigiando, que sirviendo a los demás…. (Porque con el servicio a los demás, jamás se alcanzó prestigio alguno). Ni que decir tiene que esta aberración pasara desapercibida para la mayoría de los mortales, no le llamara la atención a nadie. Incluso a aquellos que lo haga, les puede resultar un tanto cómica… ignorando el daño moral que el autor de esta sátira, con su despropósito persigue, que no es otro que herir por herir, sin ningún motivo en particular. Porque desde el primer hasta el último momento, su actitud es tan irreflexiva que ignora que los primeros agraviados son su propio entorno social y familiar. Busca el aplauso fácil de cuatro necios como él. Ahora bien, ¿y nosotros? ¡Hagamos examen de conciencia! ¿Por qué sigue empleado a costa del erario público? Si lo está, no es para servirse, lo será para servir a toda la comunidad, no a parte...a toda, Entonces ¿porque se pervierte? ¿Cuántas personas de esas que viven a nuestro lado, son atacadas por este personaje?, ¿y nosotros porque nos dejamos atacar...? No es necesario alejarse mucho de el para observar cuántos de sus supuestos amigos, conocen las verdaderas razones de su empecinamiento, le conocen tanto que le desentrañan como un ser tozudo, anticuado, celoso, perverso y ambicioso de tocar poder, que ni con sus injurias y falsedades, lograra tocar nunca. O a la inversa, imaginaros a este individuo en una posición de poder ¿Qué haría? ¡Uuuuffffsss! un escalofrío ha recorrido mi espalda.... Intento de mantener una perspectiva neutra, procurar no inclinar la balanza para ningún lado, en particular, no crear hacia él, ninguna opinión (favorable o desfavorable) en aquellos que interaccionan diariamente conmigo, sean por motivos que fuesen (de parentesco, trabajo, etc.) Es más, a algunos conocidos de mi entorno, les resultaría esta opinión hasta molesta, porque sería un reclamo para algunas conciencias, porque mi opinión… les obligaría a pensar en él, a tomar una posición concreta y no esta esa labor entre mis fines. Aunque sé que cuento con la estimación de alguna que otra gente (poca pero de calidad, ¡Bien garantizado lo tengo!) En definitiva, Si a mí me ha molestado, más que nada por lo repetitivo de tan absurdo argumento... también, me imagino, habrá molestado no a pocos de vosotros. Mediante sus burlas esconde su miedo; mediante sus descalificaciones, sin duda, hace una pésima defensa de su “holgazanería”. Se lo digo desde el  hartazgo, que nunca desde la intolerancia, a riesgo de ser llamado exaltado, exagerado…. Pero tanto que hay que limpiar, y en su propia casa, quizás, más que en ninguna y se pone a señalar a otros... ver para creer... A pesar de estos pesares, te quiero responder con un silencio estrepitoso y ensordecedor, nunca te daré un “me gusta” en tus comentarios viperinos. Decirte que no soy tan perverso como tú, porque aunque en cuestiones de opinión es imposible no exagerar, no mentir, ni manipular…. Contigo no lo haré. Pero sí que es verdad que no te voy a consentir que difames a los que a diario difamas, en la confianza de que no te van a responder... ¡Sí!, ellos me tienen a mí para que les defienda y seré su escudo para parar tus ataques… Repito que no soy ningún “radical”, porque no está escrita esa condición en mi ADN. No doy tu nombre, ni dato sobre tu identidad, porque te tengo ese respeto que tú a mí me niegas, decir que estas contado entre mis amigos, pero también sabes que este escrito va dirigido hacia ti, con la absurda esperanza, por mi parte, de que lo entiendas y rectifiques. Sabido es lo de "Equivocarse es de humanos; rectificar es de sabios".