Translate

jueves, 27 de febrero de 2014

Día de Andalucía


   
   Cada 28 de febrero escuchamos unas afirmaciones, que provienen de toda suerte de gentes. Nos recuerdan el bien que se obtuvo, en esta fecha tan señalada, para nuestra tierra, Andalucía, bajo el amparo del himno de Blas Infante "Por si, para España y por la humanidad" en el nombre de la igualdad de los territorios, pues, hasta entonces seguíamos sin formar parte del “selecto club” de comunidades que accedían a la autonomía por derecho histórico, no pedíamos autonomía por querer ser distintos a nadie, ni para ser más, ni menos... sino igual que cualquier otro territorio, también para auto-reafirmarnos y preservar nuestra propia identidad, nuestra forma de ser y nuestra particular forma de expresarnos; en definitiva, lo que desde antaño, hemos sido…estas son solo una muestra de entre las muchas reivindicaciones de hondo calado, que nuestra tierra pedía... Pero, como hemos visto se pretendía negarnos la entrada en la sociedad moderna, “No está hecha la miel para la boca del asno…” se nos quería seguir aislando, injustamente, del progreso que vendría con la incorporación de España a la Unión Europea, condenándonos a seguir siendo tratado como un pueblo subdesarrollado, de gentes incultas, únicamente concebidas para la emigración o para el duro trabajo en el cortijo. Que fuésemos “sécula, seculórum” una región tercermundista, sin voluntad, sin voz propia, sin ningún derecho histórico reconocido, que fuésemos para siempre “el norte de África” (por lo subdesarrollados) y  nunca el sur de “la próspera Europa”. Nos concienciamos y vimos lo injustas de sus pretensiones, tratamos de impedirlo, porque éramos (y seguimos siendo), ante todo un pueblo orgulloso y civilizado, formado por personas justas y honradas, un pueblo de amplios contrastes: grandes pensadores, grandes escritores y humanistas; pero, asimismo, grandes bolsas de analfabetismo; Quizás, ignorantes de las letras y las ciencias; pero doctores en la universidad de la vida, curtidos "bajo el sol de nuestra tierra". Igualmente, tenemos en nuestra tierra grandes fortunas de grandes terratenientes y enormes bolsas de marginación, exclusión social y pobreza. Desde tiempos medievales había quienes querían nuestros recursos para sí, para su propio progreso, tanto los bienes materiales, como los bienes humanos (son los mismos que dicen pagar con sus impuestos, nuestros "subsidios") Ignoran que la confrontación no está hecha para nosotros… no porque seamos cobardes, sino porque somos gentes de paz. Por ser un pueblo de emigrantes, porque otros pueblos nos han recibido correctamente, de ellos hemos aprendido y sabemos devolver aquello que tan gratamente recibimos, Sabemos lo dolorosa que es volver a sufrir el desangrado constante de las nuevas emigraciones, que desgraciadamente se vuelve a repetir la historia. También, el gozo que nos da recibir a inmigrantes, que llegan a esta “bendita tierra” con mucha ilusión, habiendo dejado su hogar y su familia, a estas personas hay que acogerlas con alegría, sin temores y ensanchar así nuestras miras, con la humildad que nos caracteriza… Por respeto hacia ellos y hacia nosotros mismos, compartiendo siempre este mismo cielo, esta misma tierra, embarcados, como estamos, en un mismo destino; es decir, caminar juntos de la mano hacia ese incierto futuro.  Entre los grandes logros que ha traído la autonomía están por ejemplo, por citar algunos, el haber desarrollado políticas para conseguir la verdadera igualdad de la mujer con respecto al hombre, se ha universalizado la sanidad, nuestros laboratorios son de obligada referencia, tanto a nivel nacional, como internacional; el haber dotado a Andalucía de infraestructuras, que eran inexistentes, con la red de autovías, con la llegada del AVE, que supuso un gran paso hacia delante en materia de comunicación; se ha logrado la universalización de la educación, se apuesta por la conservación del medio ambiente…etc. En cuanto a la carencias: falta una verdadera política de empleo, dotar al servicio andaluz de empleo, de verdadero protagonismo en la lucha contra el paro, para ello darle contenido y capacidad de gestión; el olvido histórico de nuestro campo, la excesiva dependencia de los obreros del campo de los subsidios. Haría falta una nueva referencia  al himno de Blas infante cuando en él se dice “Pedid tierra y libertad”. En cuanto a nuestra manera de pronunciar, aún hoy en día, el simple hecho de hablar andaluz, está considerado de incultos, de ignorantes o mal hablados. Es muy típico ver en nuestro cine, en teatro o comedias de tv, que los papeles de sirvientes, chistosos, parados, vagos,  golfos o ligeros de cascos, son asignados a andaluces, además, que son torpemente interpretados por actores que no tienen ni la más remota idea y se ridiculizan a sí mismos, con esa exageración del seseo. El ser andaluz es sobre todo una manera de vivir, de interpretar la vida, para lo bueno (ferias verbenas, carnavales, bodas, bautizos, etc.) como para lo malo, “La muerte y el retrato de esa sociedad subdesarrollada, quedo magistralmente descripto en “La Casa de Bernarda Alba” de nuestro universal poeta “Federico García Lorca”, con esta obra nos invita a reflexionar con sosiego, seriedad y con coherencia sobre la sociedad de principios de siglo veinte, en esa Andalucía profunda, caciquil, y subdesarrollada. En el lado opuesto, está la majestuosidad con que se vive nuestra Semana Santa, Jesucristo muere de forma única en nuestra tierra; su pasión, muerte y resurrección, queda magistralmente expuesta en tan maravillosas tallas de imágenes de arte sacro, máxima expresión del barroco andaluz, de la misma forma, no se puede expresar con más rotundidad el inmenso dolor, la amargura de su santa madre, a través de dolorosas, Reinas de la semana mayor; son únicas y de incalculable valor artístico, , histórico, religioso y económico. Pero volviendo a nuestra cotidianidad, mientras existan “algunos “que se sientan “molestos” porque podemos hacer lo que ellos, en igualdad de derechos,  sin dar explicaciones a nadie…será un claro indicio de la intolerancia y marginación, que todavía hoy impregna ciertas sociedades, que se auto definen como liberales y tolerantes, les corroe el alma, solo porque prosperamos, con cierta dificultad, pero no retrocedemos para atrás. En definitiva, se niegan a aceptar que somos iguales y eso les “jode” cantidad, tanto que no saben que calumnia inventarse para  seguir desprestigiarnos, pues yo les animo, que sigan… como dijo Antonio Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”

miércoles, 26 de febrero de 2014

Interpretaciones y otros engaños

 
 ¿Cambiaría nuestra realidad si se cerraran los ojos? ¿Si ignorásemos esas aves de mal agüero que revolotean nuestro cielo? Mucho me temo que no. Como se dice en la popular serie de televisión, "Homeland" nada es lo que parece, todo está estrechamente entrelazado; “lo uno a lo otro”. Por un lado, se nos anuncia "a bombo y platillo" que se han acabado las vacas flacas, que ha comenzado un nuevo ciclo de bonanza ¿para quién? Asimismo, yo les preguntaría, ¿viven en este mundo? O somos ¡quizás! nosotros los que estamos fuera de él. Dándole cierta credibilidad a esas afirmaciones (que no tienen ni un pase), ¡Ojala fuese verdad! como nos lo cuentan, sería un acontecimiento simpar, un hito que habrá que celebrar, por fin seremos libertos de esos grilletes, de esa mortificación, de esa penitencia impuesta de forma unilateral para flagelarnos en forma de esclavitud económica, de obligación fiscal, que tan arbitrariamente nos fueron asignadas por ellos, y que hemos aceptado su herencia en forma de deuda; causada, en su inmensa mayoría, por las tropelías cometidas por unos pocos desarmados, que según decían "actuaban en nuestro nombre", y que torpemente intentaron justificarlo con aquel famoso cuento de “vives por encima de tus posibilidades...”Si fuese verdaderamente cierto, lo tendríamos merecido, por vividores y aprovechados. Y, no tendría que importarnos el tener que "aflojar la tela", Lo mismo ocurriría,  si no estuviésemos completamente arruinados, desde hace años, derivado de esa obligación de pagar a los acreedores (que paradójicamente son los mismos que se lo han “llevao calentito”) Se trataba de redistribuir la riqueza, no de sumirnos en la pobreza. A nosotros, nos han forzado, violentamente, a renunciar a demasiadas cosas, a casi todo lo bueno que nos puede dar esta vida, solo nos queda el hambre y la desesperación… Más,  a menudo me pregunto ¿Qué pasaría si nos declarásemos insumisos fiscales? ¿Si nos declarásemos objetores económicos? ¿Cuánto tardarían ellos en declararnos traidores, desertores, apátridas?…. Nunca tendrían en cuenta, que si somos insolventes, la culpa no sería en ningún caso nuestra, seria de ellos por dejarnos sin nada. Pues esta objeción seria producida, más por la falta de “liquidez”, derivada por la absoluta ausencia de ingresos y sin ningún tipo de ayuda social…  que por cualquier convicción política. Pero ¿seriamos capaces de dejar de pagar las deudas que otros, de forma injusta e insolidaria han creado? Nunca pidieron nuestro plácet, ni nuestra opinión, ni nuestro consejo, ni nuestro aval… Tampoco nos “adjudicaron” primas millonarias, a las que acudir en caso de quedar en paro… Ni por supuesto, ningún “fondo de garantía” acudió en nuestro rescate….Nosotros somos el eslabón más débil de la cadena, aquel que carga con todo el peso; irónicamente, sin nosotros no habría nada...pero ellos insisten en seguir estrujándonos, a ver que sale…Solo nos dan a algunos, unas migajas y creemos ser los dueños del pan… ¡que ilusos! La duda que se nos plantea es enorme y compleja, hasta el extremo de dudar de todo cuanto nos rodea, incluido de nosotros mismos... Muestra palpable del ambiente enraizado, ambiguo y desconfiado que existe, sin ningún paragón conocido; ósea, una desconfianza en extremo desmedida. Resulta aterrador escucharles con la prepotencia que nos hablan, están todavía, demasiado ocupados en contemplarse a sí mismos y olvidándose, como es su costumbre, de todos aquellos a los que dicen representar. Con escándalos públicos día sí, día no, y el del medio también. No entendemos su actitud, pero no hay que ser estúpidos en exceso, ni imbéciles, como para darles credibilidad a esas falacias pronunciadas en pleno acaloramiento preelectoral. Ni tampoco la llamada "alternativa" plantea opciones distintas, ni aporta ninguna solución creíble y viable. Por el sendero que han tomado, más bien se quieren ocupar de salvar sus "pellejos", antes que los nuestros… Pero por si acaso les sorprendiese el triunfo (los más sorprendidos serian ellos), no se atreven a hacer ninguna propuesta “demasiado comprometida" por si se diese la paradoja de volverse contra ellos. Deberían plantearse con paciencia, sin prisas, pero igualmente, sin arrogancia, hacer un último servicio a todos, marcharse y dejar paso a gente joven y competente, eso sí, “sin dedazos”, si ello fuese posible... Siendo sencillos, porque es la única manera de volver a identificarnos con todos vosotros (sea cual fuese vuestra ideología). Que se nos hable claro, “en cristiano”, en nuestro propio lenguaje y se nos hable de los problemas que afectan a diario a la gente corriente, que están ahí, a pie de calle… Deben visualizar la verdadera realidad que hay en la rutina diaria... porque es la única manera, (conocida) de abrirse a la sociedad. En otro orden de cosas, cada vez se nos exige renunciar a más cosas y cobrar menos… terminaremos por renunciar a nuestra propia identidad, somos ya, una colonia de los "mercados",  y están acabando con la poca dignidad, que aún conservamos. A pesar de ello, seguimos teniendo el firme deseo de trabajar por el bien común, (siempre que éste no se contradiga con nuestros valores), Quizás, con estas formas, se conseguirán grandes logros, pero no serán para todos... Y a un precio muy elevado y difícil de pagar "Nuestra integridad". Las palabras, son solo eso, y se las lleva el viento,  lo que verdaderamente permanece para siempre son las obras... Y, hoy por hoy, son inexistentes o inapreciables para una inmensa mayoría. Quizás, somos duros de "mollera" nos cuesta entender, ni sabemos, ni comprendemos la macro-economía, ni tampoco de “barcos”... Personalmente soy un "negao" para los asuntos económicos, reconozco que no tengo ni la más remota idea, ni tan siquiera de la mini-economía doméstica. Después seguirán con las mismas monsergas, y, se harán las mismas estupideces una y otra vez. ..Repitiendo hasta la saciedad los mismos desastres, y nos lo harán pagar a los mismos, ósea, a nosotros, que su vez tenemos el bolsillo más pequeño, o más bien nos hemos quedado sin nada, para hacer frente a este ingrato, desapacible y desagradable mundo.

domingo, 23 de febrero de 2014

28 de Febrero día de "las enfermedades Raras"


   Las “enfermedades raras”, en su mayoría, suelen ser crónicas y por tanto agotadoras. Por norma general, necesitan de molestos, costosos y prolongados cuidados y tratamientos especializados. Además suelen degenerar en algún tipo de discapacidad. Pero siempre tienen un fuerte impacto sobre la vida familiar, que en un principio se ve alterada, ante la ausencia de un diagnóstico certero, que les conduce a la desesperación, ya que no saben ni a dónde ir, ni a quién acudir para encontrar el remedio adecuado para el mal que padece su familiar. Y es precisamente, esta movilización protagonizada por los enfermos y familiares, la que ha propiciado el reconocimiento de la importancia de estas enfermedades, que han sido ignoradas o desconocidas sistemáticamente durante mucho tiempo. La enfermedad denominada "rara" es aquella que solo afecta a un reducido número de personas, en una proporción relativamente pequeña de la población. En España, se considera “rara” a una enfermedad que afecte a uno de cada dos mil personas... pero puede variar este porcentaje según la normativa del país donde habitualmente se resida. Nunca cambia la patología de la enfermedad, sino el concepto "funcional o estadístico" para ser considerada "rara", en cualquier caso, por su escasa incidencia en el conjunto de la población. Ciertamente, este tipo de enfermedad, afecta a porcentajes muy bajos de población, situación, que hace muy difícil y caro su tratamiento; además, para diagnosticarlas correctamente se requiere redoblar tanto el tiempo, como la inversión económica, que se evite, en la medida de lo posible, el deambular de consulta en consulta, de una especialidad a otra distinta, a menudo volviendo a comenzar desde cero. Pero para que, verdaderamente, se propiciase una investigación eficaz, unificada y coordinada, para que esta lucha contra las enfermedades raras, sea verdaderamente importante y eficiente; debería de desaparecer, los problemas metodológicos y semánticos que traen consigo las diferencias en la definición de estas enfermedades. Entre las características comunes a estas enfermedades se encuentran las siguientes: Dificultades para la obtención de un diagnóstico certero y rápido, motivado por la carencia de profesionales con los conocimientos específicos, además, los pocos que hay, son de difícil acceso para la mayoría de los enfermos. Estas enfermedades afectan sobre todo a niños, aunque no se descarta que aparezcan en la edad adulta. La mayoría de los pacientes no reciben tratamientos específicos adecuados para sus patologías. El excesivo coste de la investigación de nuevos fármacos, y la falta de rentabilidad, que hace imposible, al menos, recuperar la inversión que se precisa por parte de las industrias farmacéuticas, como consecuencia de los pocos pacientes que precisarán de estos tratamientos. Reducción de la calidad de vida, no sólo de quienes padecen estas enfermedades, sino de su entorno familiar, motivado por el elevado gasto que ocasiona, con el consiguiente desembolso económico y sobre todo por la ausencia de vida social, que conlleva consigo por el hecho de ser una enfermedad discapacitante, que se caracteriza por la pérdida parcial o total de la autonomía personal, que le hacen ser al enfermo, una persona dependiente de por vida. Generalmente, las enfermedades raras son incurables, sobre todo por la ausencia, por lo motivos anteriormente expresados, de tratamientos eficaces. Contribuye a ello, la inexistencia, en la mayoría de casos, de una documentación fiable sobre su incidencia y seguimiento y, las confusiones conceptuales, que lo dificultan aún más. Pero, la mayoría de estas enfermedades, por el único motivo de ser "raras" hacen imposible tener un seguimiento eficaz, que solo se podría efectuar a través de estudios globales. La colaboración entre las autoridades sanitarias a nivel internacional es, por tanto, imprescindible y sería lo más indicado, puesto que, en la mayoría de las veces, a nivel nacional, su número es claramente insuficiente, por lo que resultaría imposible reunir una información estadística veraz, precisa y válida para desarrollar investigaciones clínicas, cuyos resultados farmacológicos puedan ser aplicados a quienes sufren estas enfermedades. Las enfermedades raras son, asimismo, denominadas "enfermedades huérfanas", por la ausencia de interés en su investigación (laboratorios, farmacéuticas, investigadores, etc.) y como extensión de este término, se les llama medicamentos huérfanos a aquellos destinados a tratar las enfermedades raras. La Organización Europea Para las Enfermedades Raras (EURORDIS) por su parte, hace una distinción entre estos dos términos, pero agrupa en un solo, tanto las "enfermedades raras" como a otro tipo de enfermedades que permanecen igualmente desatendidas. La problemática en torno a las enfermedades raras es que en la mayoría de los casos no se contempla ninguna política sanitaria específica para tratar las mismas. Hay además escasez de especialistas cuya única especialidad sea éste tipo de enfermedades, lo que a su vez, genera retrasos en el diagnóstico o en su defecto un diagnóstico errado, que dificulta, el tratamiento correcto de la persona que sufre estas enfermedades… algunas veces se les trata de una enfermedad distinta, que obviamente, no padecen. Además, la escasez de investigación hace muy difícil descubrir medicamentos eficaces para tratarlas. Todo esto se traduce en una peor calidad de vida para millones de pacientes con "enfermedades raras" y sus familiares, que sufren junto a ellos, su calvario personal. A todo esto, hay que sumarle la ausencia de información destinada a la población en general, que impide, a su vez, la formación de grupos de apoyo y asociaciones sectoriales que defiendan correctamente los intereses de estas personas, dada la atención especial que requieren estos enfermos. En nuestro país, han surgido como consecuencia de varias iniciativas, organizaciones sin ánimo de lucro, destinadas a combatir las características negativas de las enfermedades raras y que se agrupan en una federación nacional denominada "FEDER". Las asociaciones de personas afectadas por enfermedades raras y sus familiares tienen un papel más que relevante en el desarrollo e implementación de acciones comunes entre las autoridades sanitarias, el personal sanitario, los servicios sociales y la sociedad, para la obtención de mayor formación e información, por tanto, avances que den oportunidades para el logro de una mejor calidad de vida para todos, para quienes las padecen y para su entorno familiar. Resulta fundamental la concienciación del hecho real que las enfermedades raras pueden afectar a cualquiera, a cualquier miembro de la familia, en cualquier momento. No es sencillamente “algo que únicamente le pasa a otros”. Es una realidad cruel, pero cierta, que nos puede golpear a cualquiera, bien a un conocido, a un familiar cercano o sufrirlo uno mismo, en primera persona durante toda la vida”. El día 28 de febrero es el día de concienciación sobre las enfermedades raras, por ser este mes, uno tan raro como este tipo de enfermedades o ¿No?
Para mayor información en web de Feder enfermedades raras

viernes, 21 de febrero de 2014

Escrito con Mayúsculas


   
   Siempre que se nos habla de temas superficiales o secundarios; nuestro interés decae súbitamente, no bostezamos quizás, por vergüenza o el respeto debido hacia nuestro interlocutor; pareciera como si lo minúsculo careciera de relevancia, cuando realmente no es así, puesto que la suma de muchos poquitos hacen un mucho. Cada día cuando realizamos el balance de nuestras acciones, hemos también de sumar el conjunto de las más pequeñas, puesto que en la vida no hay nada pequeño, todo se escribe con "mayúsculas". Lo que para nosotros puede parecernos insignificante, para otros no lo es tanto, de hecho les puede parecer algo “sensacional" por así decirlo...  Magnificando esa acción, quizá demasiado. Lo que si les pudiese parecer extraño es que queden aún personas comprometidas, que se preocupe de su estado (físico, psíquico, emocional). Aunque lo intentemos, no podemos meternos (ni solo por un momento) "en la piel" de aquella persona que sufre los rigores de la crisis económica, son demasiadas las privaciones que día a día sufre, derivadas de encontrarse, durante demasiado tiempo, en situación de desempleo, sin ingresos, sin ayudas sociales, en el borde del abismo,  de la desesperación, de la marginación, cuando no se encuentre en el seno de la extrema pobreza… POBREZA en mayúsculas y en términos rigurosamente absolutos... quizá solo se le ofrezca compañía (bienvenida sea), o quizá, solo un poco de pan o tal vez, un cartón de leche...  tanta impresión nos causa contemplar estas miserias, que debido de no poder darle solución efectiva y duradera, incluso lloramos de impotencia, de indignación... Para ellos supone solo un pequeño alivio, pero muy pequeño... Nunca se debe considerar a quien pide este tipo de ayudas, como mendicidad, ni quien la ofrece la debe pregonar como si fuese una gran obra caridad, puesto que no tiene mérito ninguno para serlo... Se hace siempre por convencimiento personal, sinónimo de las buenas enseñanzas que hemos mamado en nuestro hogar. Pero nunca deberíamos de negarnos a nosotros mismos (ni a nadie), aunque tengamos como única y clara referencia y además sea nuestro lema "el no seguir las modas de consumo exorbitante, ni seguir las tendencias de ostentación y exhibición de riquezas", que sería un punto grotesca y engañosa, puesto que riquezas no poseemos “Nadie”, son bienes prestados... Nuestro mayor tesoro y por tanto única riqueza es simplemente ser nosotros mismos, tener una actitud sencilla, abierta hacia las personas con necesidades urgentes, con esta actitud desafiamos a esas pequeñas mortificaciones, que cada día encontramos en nuestro deambular por este turbio y oscuro mundo, se hace brillar una tímida luz en el horizonte. Nos puede ayudar a ello dedicar un poco de tiempo a los demás, que seamos constantes en la terquedad y cabezonería que ponemos en el empeño de concienciar a la sociedad... somos conscientes de lo repetitivos y lo cansinos que podemos llegar a ser… Pero si con ello se puede ayudar a una sola familia, si con ello se logra sensibilizar a una sola persona, se habrá cumplido gran parte de nuestros objetivos, si merecerá la pena estar un tiempo dedicado al servicio a los menesterosos…Nuestra semilla habrá dado su fruto... primeramente en nuestro círculo social, después trasladarlo al resto de la sociedad. ¿De qué nos vale las riquezas si no se sabe compartir? teniendo en cuenta que las necesidades de las personas, han de marcar nuestro paso en esta vida, no debemos olvidar que "Quien el bien de sus congéneres procura, tiene el suyo asegurado". La invitación que estas palabras realiza es más que evidente, ni se puede, ni se ha de permanecer con los brazos cruzados... al menos mientras exista, aunque solo sea una persona, que reclama nuestra ayuda... y este en nuestra mano el poder ofrecerla. "Nada hay imposible, si existe intención de darle remedio" claro está.

jueves, 20 de febrero de 2014

Juventud


 
    ¿Por qué se está castigando a toda una generación con un desorbitado obstruccionismo? Pareciera como si se les tuviera miedo, o quizás pánico; como si, de cierta forma, les molestase que sean mejores. “Si solo piden una señal de buena fe hacia ellos"... Con esta reflexión, se nos invita al acercamiento generacional hacia nuestros jóvenes, intentar de comprender sus demandas, sus acciones, lo que piensan, lo que nos proponen… expresándolo a través de unos sueños que son, ciertamente, propios de esa bendita edad, “señal inequívoca de máxima vitalidad, creatividad, así como de esperanza", que se esfuma súbitamente con la ausencia de ilusión, que acompaña a la edad adulta. Parece que a esta sociedad nos falta "ese empujoncito que propicie la capacidad de pensar" o la capacidad de vislumbrar el futuro “no tan lejano”. Ser capaces de discernir y prever que en ese futuro se incluyan actuaciones específicas a favor de la juventud. Como por ejemplo: implementar su participación  en las decisiones, sobre todo en aquellas que les afecte, hacerlo con acciones y motivaciones específicas, abordar la planificación del futuro con un espíritu nuevo, en el cual sea pensado explícitamente por/para ellos... Que esté dotado de mecanismos que propicien su desarrollo y su participación, esa que ahora reclaman. También entre otras señales, nos piden que el compromiso que se adquiere con ellos, no sea únicamente para garantizar su presencia, para que hagan “bulto” sino que ésta sea constante, y sea percibida su colaboración por el conjunto de la sociedad… en una palabra “que les dejemos ocupar el lugar que legítimamente les corresponde”. ¿Cómo le podemos facilitar la participación? Nunca se debió de ningunear sus aspiraciones, ni haberles dado la callada como única respuesta. Si se les escucha, si recogemos el desafío que nos lanzan... Comprobaremos que también nosotros deberíamos "a poco que se quiera, de cambiar la lógica de nuestro mundo" orientarlo de tal manera, que sea posible buscar signos que nos confirmen el insaciable deseo de autoafirmación, que toda persona (joven o adulto) necesita. La juventud no quiere que se le haga un signo de distinción cualquiera, solo aceptaran aquel que les garantice que van a obtener de la vida, todo lo que ellos presuponen y esperan. No desean que se hagan milagros, ni nada extraordinario... no son imbéciles, ni viven en la utopía. Lo que si desean y nos exigen son hechos tangibles, que les conceda cierta seguridad para otorgarle visos de credibilidad a su visión particular “de cómo se tienen que hacer las cosas”. En definitiva, cuando la juventud, al igual que le sucede al resto de la sociedad, pide de una manera u otra el bien, lo pide para todos, no solamente para ellos, no son egoístas... Asimismo piden que se actúe de la única manera considera por todos acertada “honradamente”. Y, que de hecho se apoye sin fisuras su modelo de pensar y de actuar. Es la única forma eficaz que conocen (y por eso así lo piden). La juventud entiende esos caminos, sabe de tiempos, pues tienen toda la vida por delante… A nosotros no nos resulta fácil comprenderlos, por la ausencia de dialogo intergeneracional. Debemos dejarnos encontrar por todos los que nos quieran buscar...También, si tenemos algo de sensatez, nos hará comprender cuál es esa única vía de comunicación y cómo podemos satisfacer sus aspiraciones. La forma de proceder de nuestros jóvenes es sorprendente, teniendo en cuenta que su preparación es muy buena, se sale de lo común, de lo considerado hasta ahora como corriente...Sin embargo, esta preparación de nada o poco les ha valido, ya que se están viendo obligados a emigrar a otros países… donde si  encuentran el ansiado trabajo y quizás, la última razón para su marcha, su sustento. Es este contexto económico una desventaja para todos, pues ante este nuevo reto habrá personas que lo superen y salgan airosas,  en cambio otras sucumbirán en el abismo, será su vida un infierno personal... Es entonces cuando se nos advierte “tened cuidado y guardaos de la dejadez o de la apatía hacia la juventud..." Si les dejamos caminar solos hacia su destino, y tomamos por bandera la indiferencia,  más bien lo que se lograría, sería sembrar cizaña. La distancia, entre ambos sectores, se hará aún mayor. Su futuro y el nuestro dependen de las decisiones que tomemos ahora, pues “una decisión compartida tomada entre todos no es sinónimo de ningún absurdo”. Al contrario, son estas decisiones las que dependen del conjunto de la sociedad, las que nos comprometen a todos. Tener una verdadera y autentica actitud comprometida implica que se sea activo y dinámico; en cambio con una actitud condicionada, al final se queda en nada, solo en pura apariencia, que se pierde finalmente, en las banalidades de falsas promesas… La nuestra debe ser una actitud racional, hay que mirar con los ojos de un niño y no con los de una persona adulta ¿Aún no lo comprendemos, ni queremos entenderlo? ¿Tenemos la mente embotada? La distancia entre las diferentes generaciones se expande, cuando debería de contraerse; crece sin que se sepa cómo, ni por qué, ni se luche contra ello. Para obtener una auténtica integración y que nada nos distraiga del pretendido encuentro generacional, no debemos perder ocasión para aprender o enseñar. Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la juventud no tiene nada que hacer, que no le ha llegado su hora. Y ellos de que no somos tan antigüos, tan “carrozas”, ni muestro tiempo se ha acabado (aún).

jueves, 13 de febrero de 2014

Sucumbir a las "Tentaciones"




 Algunas normativas fueron ideadas deliberadamente con el propósito de ser sujeto de manipulación, (si ello fuese preciso) nunca como vehículo necesario para la normal convivencia de la ciudadanía. La manipulación a la que son sometidas, es, sin duda, para que adquieran un sentido distinto del que fue pensado, en un principio, cuando fueron concebidas. Se puede afirmar que se hace "fraude de Ley". Y, lo peor, ni se ocultan, ni disimulan, ni se tapan... Al contrario, se vanaglorian del conocimiento que dicen tener sobre la ley y su articulación, se auto-proclaman como "doctores", se creen que son los únicos que poseen el suficiente conocimiento, para manejar la ley a su antojo, según les convenga...en un sentido u otro. Se saben "el credo en latín" o como se dice en mi pueblo "saben más que los ratones coloraos..." Conocen todos los recursos, las artimañas, los subterfugios, lo que se mueve en las cloacas de la administración, las debilidades de los que ostentan el poder y las absurdas normas que rigen su comportamiento, que les permite sus tejemanejes, para quedar impolutos, limpios de toda sospecha o presunción; pero solo ellos., Además paradójicamente, con esta burla de la legalidad, nos hacen quedar al resto como verdaderos estúpidos...Encima, tendremos que pedirles perdón por las molestias causadas, por haberles "obsequiado" tan grave ofensa... Resulta que estos "individuos", son los mismos que exigen les mostremos respeto y les otorguemos nuestra confianza por la "buena praxis" que presumen hacer de la ley (tienen la cara como el hormigón armado). Son las mismas personas que nos dicen que hay que preservar la ley como el bien supremo, a cualquier precio, pues es, según dicen, la garante de nuestros derechos, la que facilita la igualdad de todos ante ella (unos son más iguales que otros), la que nos hará la vida un poco más sencilla. Cabría pedirles que prediquen con el ejemplo. Pero no entra eso en su guion... no sigue eso su línea de pensamiento. Más nosotros, nos damos cuenta que estamos siendo formados en una conciencia errónea, somos engañados vilmente, sistemáticamente. Creíamos que la ley se cumpliría a "raja tabla" por todos, que ellos serían los garantes y los primeros en dar ejemplo para que cundiera… por lo menos esa era nuestra impresión, e incluso, nos hicieron creer que se someterían a su imperio, que se le haría un correcto uso. También, se trata de otro engaño más. ¡Qué bien violan la ley, cuando les conviene para conservar sus privilegios! ¿Quién puede interpretar con imparcialidad la Ley? ¿Quién puede saber su justo sentido, para  hacer o deshacer cualquier entuerto?... Qué más da el número que se ocupe en una imaginaria lista, da igual que se sea el siete o el novecientos siete... lo que sí importa es ser coherente con aquello que se dice representar, no solo se debe aparentar honradez, sino como la mujer del Cesar, serlo. Con ello no solamente se honran a sí mismos, sino a toda la sociedad. La ley nos recuerda constantemente el compromiso que se tiene con ella, y argumentar un supuesto "desconocimiento" no exime de su cumplimiento; si esto es así para nosotros, también lo es igualmente para todos... Si además se tienen por modelo para la sociedad, por un espejo fiel de moralidad, pues que observen su propio reflejo... Durante demasiados años se ha permitido el oscurantismo, la falta de transparencia, de una información veraz...si bien es cierto que a nadie le interesaba tampoco. Pero la ausencia de interés, no debería servirles de excusa, ni debería ser necesario recordarles su deber hacia la sociedad. Que está no desea ningún escarmiento público, está claro. Pero lo que si desea de verdad, es coherencia entre lo que se dice y lo que se hace...que nadie se aproveche de la situación por "ser quien es"  y menos aún, para su propio provecho personal. Deberían plantearse ser mejores personas y mostrar cierta gratitud hacia la sociedad. El respeto que se les tiene, no es debido a que hicieran un valioso servicio a la sociedad, ni han logrado ningún mérito profesional que lo justifique… Se les ha otorgado por razones de su cuna y porque así lo indica el protocolo, que además, les ha permitido gozar de una ventajosa posición, que en todo caso; se ha comprobado no merecen. El principal motivo que justifica la gratitud que deberían mostrar hacia la sociedad, es por tolerarles sus tropelías, sus abusos... e incluso sus mofas públicas,  esa prepotencia, esa actitud de creerse mejores... ¿Mejores que quien? Deberían de tener en cuenta que el título que han recibido y que disfrutan, lo han obtenido solo por nacer en la cuna donde han nacido y porque la sociedad, así lo ha aceptado y se les ha permitido. Hoy en día, es difícil argumentar en su favor, es este un privilegio en retroceso, por innecesario y discriminatorio...Asimismo, Deben tener en cuenta que nunca se ha sabido de nadie que gane tanto, con tan poco esfuerzo, por trabajos, que se supone ellos han realizado... Aunque argumenten que efectivamente lo han hecho ellos, con plena dedicación, presteza y mucho esfuerzo (cortar y pegar)...Para que fueran creíbles sus argumentos, tendrían que haber previsto también, que el pueblo no es tan estúpido, aunque a veces lo parecemos... Debían de haber recordado su "noble" procedencia y el ejemplo que se supone, nos deben dar en cualquier circunstancia (sea benigna o no tan halagüeñas)...Y en ellos se confirma un hecho verdadero, no se debe ser "codicioso en exceso”. “La confianza mato al gato" y ellos se pensaron "intocables", de intacta virtud, que nadie sospecharía de ellos, jamás de los jamases, pero por extraño que parezca, ocurrió. Nuestra lógica deducción es que formar parte de las instituciones es para servirlas, nunca para servirse a sí mismos. Que además, las instituciones, están por encima de cualquier persona, las personas somos reemplazables, las instituciones no tanto. Que aquellos que hasta hace poco eran modelos de conducta, por sus “debilidades” han perdido su honorabilidad. Quien no se honra a sí mismo, no es capaz de honrar a nadie, aquel que pierde su honor voluntariamente, ha perdido el mayor tesoro que puede cualquier persona aspirar a tener. ¿Qué pueden legar ahora a sus hijos? Todos estos consejos son solo una reflexión clara realizada en voz alta, para que la sociedad la escuche y no se deje adormecer, ni manipular con medias verdades… ¡Ojala! que no nos falte el buen ejemplo de alguien, asimismo que no nos falte el coraje para decir no  a las tentaciones, que las hay y muchas...Que seamos, arropados con una actitud ejemplar, ser capaces de transmitir esa cándida sensación que da el esfuerzo y la honradez.

sábado, 8 de febrero de 2014

Senderos de relexión


   

   La vida nos incita a preparar los senderos por los que se debe caminar de forma libre pero segura; de una manera un tanto radical pero nunca definitiva. Nos vale este argumento, a modo de justificación para defender nuestro lugar en este mundo, y también se puede afirmar con rotundidad que es esta misma razón, la única que nos ayuda a sobrellevarlo. Pero que no implica o excluye a nadie en particular, sino que llama a toda una sociedad como tal, para su participación. Nadie debe tener una función pasiva en ese propósito. Pero quien no se esfuerce para conseguir su crecimiento personal, tampoco debería ser "castigado" por ello, ni ser considerado inútil para el resto de la sociedad... como tampoco debería serlo por él mismo. El mundo actual necesita de un “suplemento vitalista” para poderse regenerar. Las palabras no son medicina suficiente para "sanar las profundas heridas" que hacen que nos desangremos lenta pero inexorablemente, entre estos males están la calumnia, la hipocresía, el egoísmo... la escasa o nula autocritica, de la que tanto se presume, pero que en realidad se carece y lo más grave, se aborrece... pero que contribuye al adormecimiento de esta indiferente sociedad. Es cierto que hay multitud de clases de crisis, pero la denominada de "valores éticos", es quizá, tan fuerte
  y negativa como lo puede ser la económica. No se trata solamente de una crisis momentánea y pasajera, viene de muy atrás y es sobre todo de tipo existencialista, una crisis de conciencia en toda regla, que además cuenta con diferentes peculiaridades que la hace única y devastadora. Porque es una crisis que afecta a todos por igual, sin distinción de clases ¿cuál es el término preciso para definirla? ¿Autodestrucción? No lo sabríamos decir con precisión. Estamos en una difícil disyuntiva, nos encontramos en medio de una lucha trivial y esta lucha es contra nosotros mismos; peleamos por nuestra propia identidad... víctimas Inocentes, quizá, de una sociedad desestructurada, y esto es utilizado por ciertos sectores para conspirar en contra de todos, para "ordenar la sociedad" rediseñándola a su antojo... condenándonos a la ignorancia, por el obstruccionismo derivado de su prepotencia, negándose a escuchar nuestras propuestas, a creer en nosotros, a aliviar nuestra excesiva carga. ¿Creerán acaso que obran por nuestro bienestar? Ingenuos, que se puede esperar de gente sin escrúpulos... Nadie puede huir de este mundo, somos prisioneros de nuestro tiempo, de nuestras circunstancias, de nuestros miedos, de nuestro propio pasado, de nuestras palabras... No pueden, y por ello no se atreven a efectuar ninguna propuesta, que suponga algo novedoso, algo conciliador, con lo que se deje claro las "buenas intenciones" de dar una solución satisfactoria para todos. Nos encontramos solos, a pesar de estar en medio de tanta gente, en medio de esta inmensa muchedumbre, en medio de esta marea humana. ¿Qué haría falta para que recomencemos de nuevo?¿comenzar de cero? que ganemos palmo a palmo el terreno perdido y junto a él, nuestra autoconfianza, esa misma que nos fue arrebatada, corrompida, prostituida y asesinada; Que, volvamos a sonreír a la vida, como si nada hubiera pasado, es un poco difícil...  y menos aún como lo hacíamos antaño. Aquellas inocentes sonrisas con la que despertamos cada mañana, se fueron y es difícil que regresen con toda su brillantez, plenitud o esencia. Uno de los secretos, que aún a estas alturas, guardamos celosamente, que procuramos ocultar al resto del mundo, es vivir con toda intensidad la misión que nos auto impusimos, por compromiso con nuestra propia conciencia. "Creer en la humanidad". Hacerlo con palabras de gratitud y unidad, que demuestren la apuesta que se hace por todos, sin limitación alguna, la entrega clara de uno mismo, sacrificando nuestros propios deseos o necesidades, en beneficio de los intereses comunes. Y con ese ímpetu o afán de superación, que es la manifestación exacta, adecuada, necesaria de esa vida social de la que tanto hemos oído hablar y tanto nos ha conmovido. .. Ésta ha de ser la misión prioritaria, hacerla viable y cotidiana; hacer normal lo que debería ser normal; hacer posible que entre las personas brille por fin la paz, la verdad, la concordia y la justicia. ..Y que lo haga a lo largo de todos los tiempos, presente o futuro, unidos todos en una sola causa, en conseguir un mismo fin, sin hacer ningún tipo de discriminación.

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Somos dos personas distintas?



 
   En nuestro rutina diaria, observando nuestro comportamiento, sobre las distintas formas de actuar que tenemos, más que una sola persona, a veces pudiese dar la impresión de ser dos personas, totalmente distintas y antagonistas entre sí (Mi Némesis o yo). Tanto es así que, unas veces tenemos elevada la autoestima, “contagiamos” a todos ese entusiasmo; estamos seguros de que obramos de manera correcta, “bordamos” cualquier cosa que nos propongamos...Mientras que otras veces, nos carcome la duda... Tememos defraudar a todas aquellas personas que depositaron su confianza en nosotros, aunque está fuese mínima; ¿será suficiente esa confianza para liberarnos del miedo al fracaso? si no fuese así ¿por qué  siguen confiando en nosotros? Si nunca hemos realizado nada extraordinario para ganarnos su confianza, ni siquiera nos hemos preocupado, lo suficiente, por el fruto de las gestiones, aquellas que hace algún tiempo, hipotéticamente les ayudamos en su elaboración, solo con asesoramiento y la orientación precisa para su tramitación. Algunas personas pueden, incluso, pensar que sus problemas nunca fueron o serán, para nosotros, lo suficientemente importantes como para dedicarles un poco de tiempo y obviamente ser motivo de nuestra preocupación. Con esa falsa idea, se "flagelan" para justificar el hecho de no poseer el valor suficiente, para atreverse a contar su sufrimiento, a “abordarnos” para pedir ayuda. Caminan de puntillas cuando nos cruzamos en la calle, intentando pasar desapercibidos, no harán nada que llame nuestra atención. Si nos detuviéramos y les escucháramos detenidamente y nos interesásemos por su bienestar, tal vez se armarían del valor necesario y nos relatarían sus inquietudes, sus miedos, sus preocupaciones, nos contarían "la verdad" sobre su situación personal y por añadido de toda su familia, lo que la crisis ha provocado a sus vidas, el inmenso cambio, la dura metamorfosis que han sufrido… tan mala, que no se la desean ni al peor de sus “enemigos”… Habrán logrado conmovernos con esa descripción tan precisa, tan pormenorizada, tan bien descrita, narrada con una actitud conciliadora, cuando lo lógico hubiera sido de albergar muy adentro un odio inmesurado hacia la sociedad, por insensibles. Pero de forma pacífica se acercaron a nosotros, con toda normalidad, con toda humildad, pero con precaución y sigilo, guardando en todo caso, las formas y las distancias... sabiendo cuál es su sitio, sin innecesarias banalidades o complicidades… Se habrán sentido con nosotros un poco tensos o cohibidos, al no haber, entre nosotros, lazos de amistad o la familiaridad que se precisa para tener esa cordialidad mutua. Pero a la vez estarán aliviados, de compartir con alguien sus preocupaciones, no hay que olvidar que solo somos unos conocidos, que no pertenecemos a ninguno de sus círculos de amistades, que nuestra "relación es forzada"... ¿Quién sabe por las necesidades que habrán pasado? ¿Quién sabe de sus penas o sufrimientos? ¿Cuántas decepciones habrán padecido? no quieren dejar pasar la ocasión en balde, sin contarnos en pocas, pero relevantes palabras, sus necesidades más inmediatas... Nos piden que realicemos, siempre en su nombre, alguna gestión, a ver si a nosotros nos escuchan; Y, en una última petición, nos piden que, al menos, les demos una poca de esperanza, algo a lo que aferrarse, una razón para seguir hacia delante. Lo que necesitan con urgencia son cosas simples, tan sencillas y tan fáciles de otorgar, que debieran  ser las administraciones, las encargadas de atenderles con urgencia, "actuar de oficio"…  Por nuestra parte, darles únicamente "Esperanza", no supone ningún cambio para su situación personal, pero es lo único que verdaderamente les podemos ofrecer. Es claramente insuficiente e inútil, pero igualmente necesaria... Sobre todo en estos tiempos que a nadie le preocupa la situación de otros, son tiempos de egoísmo, de desidia, de tanto ajuste, que les supone una dificultad extrema añadida... La Esperanza, que les damos, es de esas cosas aparentemente pequeñas,  pero grata y está en la mano de cualquiera el poder ofrecerla y el derecho de obtenerla…  por tanto es un sentimiento habitual y cotidiano en nuestra vida, que nos da fuerzas para aguantar un día más. .. La angustia que les provoca esas constantes necesidades, no las podemos imaginar; el dolor inmenso que les supone la escasez diaria de los bienes de primera necesidad, ósea de todo lo básico. Y quizá, esta sea la razón última, que les conduce a una desesperación absoluta o a algo peor... a lo que se sumará la vergüenza que les supone el hecho de pedir ayuda por primera vez ¿Qué  más podemos hacer por ellos? ¿Basta con solo escucharles? ¿Con solo ofrecerles apoyo y compresión? Quizá no le podamos dar ni eso… Nosotros que teóricamente nos definimos como "aquellos que pretenden transformar a la sociedad a través del pensamiento, de la sensibilización y de la reflexión", solo contamos para conseguirlo con buenos propósitos, con mucha esperanza de que así ocurra. Pero no disponemos de lo fundamental para su desarrollo “financiación” para que esta empresa sea viable... lo que si les podemos ofrecer es un hombro para quién lo pudiese necesitar...y no es poco en estos tiempos que corren...  Sobre todo hay que tener en cuenta que a pesar de nuestras imperfecciones tenemos alguna que otra virtud, entre ellas de no ser del todo inconscientes. Somos conocedores que solo con buenas intenciones no se come, ni se viste, ni se vive... son solo eso, buenas intenciones, ósea nada para muchos, algo para muy pocos… Son tantas las cosas que diariamente nos piden, que estamos en cierta medida, desbordados... Nosotros que nada podemos hacer y menos aún les podemos ofrecer. Les daremos algo de imaginación, también lo poco que conocemos sobre este loco "mundillo"...  Y eso siendo arrogantes o excesivamente presuntuosos. Lo que si queremos dejar claro es que nos definimos como portadores de la ilusión, de la esperanza, que en un próximo futuro todo se corregirá. La esperanza es, pese a quien le pese, imperturbable e inquebrantable y eso sí, podemos garantizar que la podemos ofrecer y por supuesto, compartirla.

lunes, 3 de febrero de 2014

Catedrales de vida


   

   Irónicamente, que fácil les resulta a algunos proclamarse catedrales de la sabiduría, ejemplos a imitar, pero para llegar a serlo, antes deberían tener andado un largo trecho del camino que hay que recorrer en la vida, haber adquirido en su caminar un conocimiento exhaustivo de numerosas artes y ciencias,
  y disponer de una experiencia que sea demostrable. Si de verdad fuesen sabios, sabrían que nunca llegaran a dominar todas las artes, aunque se esfuercen de forma superlativa y para conseguir ese empeño le dedicasen muchas horas del día solo al estudio, les resultaría del todo imposible por ser insuficiente ese tiempo. Sí bien es cierto, que a través de la experiencia adquirida junto al conocimiento, se accede a una fuente inagotable de sabiduría... También lo es, si a la vez, se pone en práctica todo aquello que nuestros ancestros nos legaron, se aprende de todo y a todo nuevo descubrimiento se le da una utilidad lógica. Por otro lado, tenemos sensibilidades que no son adquiridas, pues son innatas como por ejemplo, el instinto de supervivencia que nos permite huir cuando intuimos cualquier peligro que pudiese amenazar nuestra integridad, evitando el hecho de exponer nuestra vida innecesariamente... pero que resulta del todo punto inútil ante la tracción; por lo inesperada de esta. Sabemos que pisamos terrenos peligrosos e inestables, formados a partir de arenas movedizas; el suelo se puede abrir en cualquier momento a nuestro paso y ser engullidos literalmente, sin apenas, otorgarnos tiempo de reacción...Vivimos en tiempos confusos, de una dificultad extrema, con mucho oscurantismo. Un tiempo que parece creado para ser proclive al fomento de traiciones. No hay lugar en él para la verdad, para la justicia o para el honor... Es para nosotros, por tanto, un tiempo para permanecer ocultos, agazapados e inmóviles, pero en constante alerta, en un estado de vigilia latente...esperando que llegue presto el alba y traiga consigo un nuevo día y este sea portador de la luz perdida y nunca más recuperada hasta el momento… Evitar que el destino se cebe en nosotros, que decidan otros lo que nos conviene o no, que nos arrebaten una y otra vez nuestro futuro. Nosotros podemos y debemos cambiar esa tendencia, que quepan en nuestra vida, aquellos valores que le dan un sentido positivo. Hacer posible que regrese triunfante la justicia y la honradez, que se le dé a las acciones su justo valor,  que se nos juzgue por lo que somos y nunca por lo que se puede aparentar...Si efectuamos un esfuerzo e intentamos conocernos entre nosotros, nos llevaríamos más de una sorpresa, la mayoría serían gratas, pero no se puede descartar alguna de índole inversa...Pues por desgracia hay personas que nos defraudarían no sólo una vez,  sino infinidad de veces; les tenemos por personas buenas, honradas, pulcras... pero no lo son, ni nunca lo han sido; e incluso son innumerables las tentaciones a las que diariamente nos someten, sobrepasan lo imaginable... Nos ofrecen "vivir en el Edén" ¿quién puede rechazar semejante oferta? Buscan nuestra complicidad, si la consiguieran, seremos sus cómplices, sus esclavos para siempre...no dudaran en ofrecernos bienes y, si aun así, no lo consiguiesen, nos ofrecerán "poder y gloria". Nosotros os contestamos desde nuestra humilde posición "Quedaros con vuestra perversión, con vuestra vanidad, con vuestra codicia y con nuestros miedos, meteros, de paso, vuestros méritos donde os quepan, solo son un trozo de papel, que habéis obtenido de forma fraudulenta, sin ningún esfuerzo, no tenéis ningún valor y nada significáis en nuestras vidas; vuestro funesto destino será formar parte de la historia; de esa denominada "negra" que solo ha sido una pesadilla o un mal sueño" vivido durante demasiado tiempo... Nosotros seguiremos siendo aprendices, con ganas de aprender sobre el sentido de la vida, que buscan, además, una luz que nos guíe hacia la auténtica verdad, sin tapujos, y así huir de esa perversa oscuridad que es vuestra, a vosotros y solo a vosotros os pertenece...A nosotros nos provocó ese adormecimiento mental, con el cual nos habéis cegado durante siglos. Nunca debemos pecar de exceso de confianza, pero hemos de evitar que el miedo gobierne nuestra vida y tome las riendas de nuestro destino, solo a nosotros nos corresponde el derecho de marcar los límites y los caminos que nos conducirán para llegar hasta allí.