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jueves, 13 de febrero de 2014

Sucumbir a las "Tentaciones"




 Algunas normativas fueron ideadas deliberadamente con el propósito de ser sujeto de manipulación, (si ello fuese preciso) nunca como vehículo necesario para la normal convivencia de la ciudadanía. La manipulación a la que son sometidas, es, sin duda, para que adquieran un sentido distinto del que fue pensado, en un principio, cuando fueron concebidas. Se puede afirmar que se hace "fraude de Ley". Y, lo peor, ni se ocultan, ni disimulan, ni se tapan... Al contrario, se vanaglorian del conocimiento que dicen tener sobre la ley y su articulación, se auto-proclaman como "doctores", se creen que son los únicos que poseen el suficiente conocimiento, para manejar la ley a su antojo, según les convenga...en un sentido u otro. Se saben "el credo en latín" o como se dice en mi pueblo "saben más que los ratones coloraos..." Conocen todos los recursos, las artimañas, los subterfugios, lo que se mueve en las cloacas de la administración, las debilidades de los que ostentan el poder y las absurdas normas que rigen su comportamiento, que les permite sus tejemanejes, para quedar impolutos, limpios de toda sospecha o presunción; pero solo ellos., Además paradójicamente, con esta burla de la legalidad, nos hacen quedar al resto como verdaderos estúpidos...Encima, tendremos que pedirles perdón por las molestias causadas, por haberles "obsequiado" tan grave ofensa... Resulta que estos "individuos", son los mismos que exigen les mostremos respeto y les otorguemos nuestra confianza por la "buena praxis" que presumen hacer de la ley (tienen la cara como el hormigón armado). Son las mismas personas que nos dicen que hay que preservar la ley como el bien supremo, a cualquier precio, pues es, según dicen, la garante de nuestros derechos, la que facilita la igualdad de todos ante ella (unos son más iguales que otros), la que nos hará la vida un poco más sencilla. Cabría pedirles que prediquen con el ejemplo. Pero no entra eso en su guion... no sigue eso su línea de pensamiento. Más nosotros, nos damos cuenta que estamos siendo formados en una conciencia errónea, somos engañados vilmente, sistemáticamente. Creíamos que la ley se cumpliría a "raja tabla" por todos, que ellos serían los garantes y los primeros en dar ejemplo para que cundiera… por lo menos esa era nuestra impresión, e incluso, nos hicieron creer que se someterían a su imperio, que se le haría un correcto uso. También, se trata de otro engaño más. ¡Qué bien violan la ley, cuando les conviene para conservar sus privilegios! ¿Quién puede interpretar con imparcialidad la Ley? ¿Quién puede saber su justo sentido, para  hacer o deshacer cualquier entuerto?... Qué más da el número que se ocupe en una imaginaria lista, da igual que se sea el siete o el novecientos siete... lo que sí importa es ser coherente con aquello que se dice representar, no solo se debe aparentar honradez, sino como la mujer del Cesar, serlo. Con ello no solamente se honran a sí mismos, sino a toda la sociedad. La ley nos recuerda constantemente el compromiso que se tiene con ella, y argumentar un supuesto "desconocimiento" no exime de su cumplimiento; si esto es así para nosotros, también lo es igualmente para todos... Si además se tienen por modelo para la sociedad, por un espejo fiel de moralidad, pues que observen su propio reflejo... Durante demasiados años se ha permitido el oscurantismo, la falta de transparencia, de una información veraz...si bien es cierto que a nadie le interesaba tampoco. Pero la ausencia de interés, no debería servirles de excusa, ni debería ser necesario recordarles su deber hacia la sociedad. Que está no desea ningún escarmiento público, está claro. Pero lo que si desea de verdad, es coherencia entre lo que se dice y lo que se hace...que nadie se aproveche de la situación por "ser quien es"  y menos aún, para su propio provecho personal. Deberían plantearse ser mejores personas y mostrar cierta gratitud hacia la sociedad. El respeto que se les tiene, no es debido a que hicieran un valioso servicio a la sociedad, ni han logrado ningún mérito profesional que lo justifique… Se les ha otorgado por razones de su cuna y porque así lo indica el protocolo, que además, les ha permitido gozar de una ventajosa posición, que en todo caso; se ha comprobado no merecen. El principal motivo que justifica la gratitud que deberían mostrar hacia la sociedad, es por tolerarles sus tropelías, sus abusos... e incluso sus mofas públicas,  esa prepotencia, esa actitud de creerse mejores... ¿Mejores que quien? Deberían de tener en cuenta que el título que han recibido y que disfrutan, lo han obtenido solo por nacer en la cuna donde han nacido y porque la sociedad, así lo ha aceptado y se les ha permitido. Hoy en día, es difícil argumentar en su favor, es este un privilegio en retroceso, por innecesario y discriminatorio...Asimismo, Deben tener en cuenta que nunca se ha sabido de nadie que gane tanto, con tan poco esfuerzo, por trabajos, que se supone ellos han realizado... Aunque argumenten que efectivamente lo han hecho ellos, con plena dedicación, presteza y mucho esfuerzo (cortar y pegar)...Para que fueran creíbles sus argumentos, tendrían que haber previsto también, que el pueblo no es tan estúpido, aunque a veces lo parecemos... Debían de haber recordado su "noble" procedencia y el ejemplo que se supone, nos deben dar en cualquier circunstancia (sea benigna o no tan halagüeñas)...Y en ellos se confirma un hecho verdadero, no se debe ser "codicioso en exceso”. “La confianza mato al gato" y ellos se pensaron "intocables", de intacta virtud, que nadie sospecharía de ellos, jamás de los jamases, pero por extraño que parezca, ocurrió. Nuestra lógica deducción es que formar parte de las instituciones es para servirlas, nunca para servirse a sí mismos. Que además, las instituciones, están por encima de cualquier persona, las personas somos reemplazables, las instituciones no tanto. Que aquellos que hasta hace poco eran modelos de conducta, por sus “debilidades” han perdido su honorabilidad. Quien no se honra a sí mismo, no es capaz de honrar a nadie, aquel que pierde su honor voluntariamente, ha perdido el mayor tesoro que puede cualquier persona aspirar a tener. ¿Qué pueden legar ahora a sus hijos? Todos estos consejos son solo una reflexión clara realizada en voz alta, para que la sociedad la escuche y no se deje adormecer, ni manipular con medias verdades… ¡Ojala! que no nos falte el buen ejemplo de alguien, asimismo que no nos falte el coraje para decir no  a las tentaciones, que las hay y muchas...Que seamos, arropados con una actitud ejemplar, ser capaces de transmitir esa cándida sensación que da el esfuerzo y la honradez.

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