Todos me ayudaron,
Con su apoyo firme
Esperanza en mi corazón,
Y en mi vida incertidumbre.
Mi nombre se había olvidado,
Nadie mi rostro reconocía.
El tiempo lo había borrado,
La tristeza me corrompía.
No había en mí esperanza,
Todo era dolor,
Sobre mi cayo la venganza
De una enfermedad atroz
En silencio la sufría,
Nadie se imaginaba mi padecimiento,
Hasta que de suerte, un día
Tuve un pensamiento,
Hay personas necesitadas de compresión
Por qué no ayudarlas,
Sufren como yo,
O por otras circunstancias
A tal fin dedique mi labor
Ocupe todo mi tiempo
Todo parecía ir mejor
Y me sentía contento
De hecho me hice voluntario,
La vida intentaba cambiar.
Yo mismo me digo a diario,
Que esta lucha solo acaba de empezar.
Todos tenemos derechos,
Todos somos humanos,
Pero por diferentes hechos,
Dejamos de ser hermanos
Hay que comenzar a compartir
Las verdades del alma
Que el tiempo en su transcurrir
Nos dará la calma.
Estar orgulloso de los demás
Tapar todas las necesidades
En vez de restar, sumar
Ver nuestras capacidades
Que todo tiene solución
No hay que estar deprimido
Hay que dar nuestro corazón
A alguien agradecido
No somos perfectos
Pero no negamos la ayuda
Y aunque sea por efecto
A socorrer a los demás, se acuda
Que en la vida hay muchas necesidades
Y aunque sea por verlos sonreír
A las personas con discapacidades
Enseñémosles a vivir
Que al final seremos los que aprenderemos
De esos grandes corazones,
Y al fin comprenderemos
Que ellos son los que tienen los dones
Don de amor sin preguntar
Don de la compresión
Don de saber estar
Esta es su lección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario