Translate

sábado, 26 de abril de 2014

Actitudes personales


    Cada persona tiene su propia opinión sobre la vida, al ser esta gratis es un bien de lo más asequible y es a su vez deseable que cada uno tengamos una visión particular y personal de cómo se han de hacer las cosas; ósea, que decisiones se deberían de tomar o son las más apropiadas para mejorar la vida, no solo la nuestra, sino la de todo nuestro entorno. Las personas por norma general nos dejamos influenciar por opiniones extrañas y en la mayoría de veces sin ningún fundamento, ni visos de veracidad… Nos dejamos engatusar como si fuésemos unos memos por opiniones tendenciosas que se vierten por la prensa, por la televisión, por los amigos… dejamos que sus opiniones distraigan nuestra percepción de la realidad, dándoles un matiz de fiabilidad a lo que solo es un rumor o ni eso siquiera. Podemos aceptar muchas opiniones, de diversa temática, de asimismo diversas gentes que supuestamente saben de qué hablan, pues o bien son doctos en la materia porque la han estudiado o al menos se han molestado en contrastarlas, por tanto las tienen bien fundamentadas. Pero solo con opiniones ajenas no se llegara nunca a poseer una opinión propia, ni mostraremos ningún interés en conseguir tener ideas propias. Deberíamos dejarnos llevar por nuestra propia intuición, por esa vocecilla interior que a veces escuchamos y nos pone en sobre aviso sobre lo ruin de las actitudes de algunas personas, porque son demasiadas las veces que obstaculizan nuestro camino con sus malignas opiniones (aunque no sea esa su intención). Hay veces que nos censuran a través de comentarios desmesurados, inapropiados… con una miserable ironía, que puede llegar a mermar nuestra autoestima y destruir la confianza que otros tienen en nosotros. Debemos utilizar nuestra mente para tomar nuestras propias decisiones, razonarlas y si son acertadas, acertaremos nosotros, y si son erradas, fallaremos nosotros, ósea el bien o el mal, será solo de nuestra responsabilidad. Si se quiere seguir los consejos de los demás, antes de seguirlos se debería de descubrir si tiene una oculta intencionalidad, así de esta forma se evitara que nadie se beneficie ganando una fama inmerecida y prospere a costa de nuestro trabajo, o de nuestro estudio, son tantos los años dedicados a ello, que sería una triste guasa que llegara alguien y con sus manos limpias se apuntara todo el mérito. Asimismo, deberíamos evitar realizar comentarios sobre nuestros futuros planes, nunca exponer nuestros objetivos, más bien recaudar toda la información que se pueda sobre ellos, leer todos los estudios y todas las opiniones que existan sobre el tema, nunca exponer nuestros planes y dejarlos al descubierto… reservarnos de los posibles parásitos que permanecen agazapados esperando cualquier descuido nuestro para aprovecharse de nosotros, solo así lograremos ponernos a salvo de las traiciones de estas “alimañas”, que bien por envidia o simplemente por pura ignorancia, se apropian de todo nuestro trabajo, nos plagian los proyectos que además ponen bajo la bandera de una falsa igualdad, de un inexistente deseo de inclusión, nos expulsan de nuestras propias acciones, no les gusta que continuemos en ellas, pues le eclipsamos solamente con nuestra presencia. Está demostrado que somos energía, y esta puede ser tanto positiva como negativa, la irradiamos hacia fuera, a todo nuestro entorno y a la vez absorbemos toda la energía que nos va tocando. Pero todo, lo positivo o lo negativo, tiene como consecuencia una “acción-reacción” esto quiere decir que para toda acción hay una reacción o respuesta similar o igual o viceversa, es decir, cuando tiras una piedra a un charco y surgen unas ondas que se deslizan hasta las orillas, rebotan y vuelven, como un boomerang, al punto de origen. Pues igual pasa con nosotros, como cuando se copia, se actúa con maldad y se excluye al autor de esa acción, de ese pensamiento, de su desarrollo… sin saberlo, se estará dando pie para que esa misma maleficencia  vuelva hacia ti y te coja de lleno sin un lugar donde esconderte. Si lo que se irradia es energía negativa esta saldrá dirigida hacia su entorno social y cuando toque a otra persona de igual maldad, rebotara en ella volviéndose contra ellos mismos, eso sí, notablemente incrementada. Pero si se irradia energía positiva, cuando toque a otra persona buena e inteligente se presentara ante nosotros dispuesta a colaborar en tan noble empeño, sin compromiso; ósea, nos volverá con más positividad añadida. Algunos pensamientos son fruto de acciones que se han inscrito en nuestro subconsciente, incluso sin percibirlo siquiera, desde el aprendizaje en nuestra infancia, en nuestro ambiente familiar, o desde la propia sociedad en que nos desenvolvemos, que impone sus normas sociales. Pero la mayoría de nuestras actitudes, vienen originadas por los sentidos, que hacen que nuestra mente reaccione de una forma o de otra. Los sentidos que más información captan son  lógicamente la vista y el oído y por ahí entran la mayoría de la información que adquirimos sea de índole negativa, como positiva y van a alojarse en nuestro subconsciente creando un recuerdo o hábito (negativo o positivo). Si se utiliza a nuestra mente consciente para que entren solo los pensamientos que nosotros deseemos (solo información positiva), en nuestro subconsciente ira predominando esas buenas actitudes y harán posible que pensemos bien de todos, lo cual no es un buen hábito, pues propiciaremos que nos engañen tantas veces como se propongan hacerlo. Debemos de saber que nuestra personalidad no es consecuencia de “nuestras actitudes”, sino que estas son consecuencia de nuestra esencia como persona. Y si creamos un saludable hábito de pensamiento positivo, estaremos creando una corriente de energía positiva, que propiciara que las “fuerzas del universo” se alíen y vuelva a nosotros más fuerte.  Si damos en nuestra mente ese sentido a las actitudes personales, con el tiempo tendremos solo actitudes positivas por pura mecánica. En una actitud negativa seria como cuando miramos el Facebook para ver las novedades de nuestros contactos y seguidamente nos desconectamos sin haberlos visto siquiera, realmente no queríamos saber las novedades, solo lo abrimos (el Facebook) por que se ha transformado en un mal hábito que hemos desarrollado en nuestro subconsciente. O cuando hacemos tantas cosas que no apreciamos que las estamos realizando, nos ponemos en “Stand by”, solo es un modo automático de actuar de nuestro subconsciente que nos lo manda hacer de una forma mecánica. Ahora  un ejemplo en positivo, si no tenemos la costumbre  de saludar a nadie, si nos oblíganos a dar los buenos días (buenas tardes o noches según proceda) a cualquier persona que nos encontremos en nuestro camino y si además les obsequiamos con una sonrisa todos los días; llegara un momento que lo haremos automáticamente, sin obligarnos a nada y encima lo haremos de buena gana, y te habrás ahorrado el comenzar el día de una manera agria, hostil, de mala gana… sin  sentimientos de rencor, odio, ni por supuesto sentiremos envidia de nadie ni de nada; será esta felicidad aprendida, nuestra marca identificadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario