Ahora que parecía, solo parecía, que había indicios de una tibia
recuperación… parece que solo era un espejismo, cada vez que estamos a punto de
llegar a la meta, que se trazó con bastante anticipación, parece que la recolocan, que la ponen más y más lejos, con nocturnidad y alebosia, que no se divisa el
final del túnel, si es que tiene final, cosa que ya dudo, esta caída en picado
en este pozo sin fondo está poniendo a prueba nuestra resistencia, ahora, como ya
dije hace unos meses, nos subirán el IVA, el de los productos de primera
necesidad, se inventaran nuevos impuestos, supuestamente “ecológicos” para freír
nuestra ya maltrecha economía doméstica,
como consecuencia caerá el consumo y aumentara el paro (el pez que se muerde la cola), sobre todo en el sector
público, ya que es sabido que se piensan despedir al menos a 500.000 empleados públicos,
solo están aguardando el momento para sacar una ley que les libere de indemnizaciones…
A los futuros jubilados, que se vayan despidiendo de pensiones, al menos de
pensiones decentes, con esto lo que pretenden es favorecer a la banca y sus llamados "planes de jubilación" (cuidado por si acaso), planes que para nada garantizan el futuro pues depende de
la especulación que ellos lleven a cabo dentro de sus maquiavélicos planes, en
definitiva todo es susceptible de empeorar, están en ello. ¿Qué hacer
para que nos hagan caso? ¿Para siquiera nos escuchen?, quizás tengamos un futuro
muy poco agraciado, desesperanzador... pero nuestra humana flaqueza, es
similar y proporcionar a la ceguera de quien propone estas medidas. Tampoco nosotros
logramos ver que se haga nada en beneficio de nuestro inmediato futuro , quizás no alcanzamos
a ver en las injusticias sociales, en desmantelar el bienestar, en las estructuras económicas, una tímida luz
que nos devuelva la esperanza a nuestros cegados ojos, un compromiso para con la sociedad,
Tal vez no vislumbramos que hay vida tras esta crisis,, veamos borroso lo que para nada es nítido, sabemos que los espejismos del
mundo conducen a la frustración, y que tras la dificultad, no se produce fruto
alguno, somos verdaderamente débiles, porque así nos están construyendo, nuestra voluntad anulada por tantas
falsedades, nos hace dudar de la verdad, neutralizan nuestra inteligencia y
escogemos lo que a ellos les conviene.
¿Cuál es la solución? ¿Gritarles?, Gritar! es también pedir…siempre que lo que
se pida sea justo y sea esa misma justicia la que nos dé la razón.
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