En
el escenario de la vida, a menudo nos encontramos en situaciones un tanto
peliagudas, por llamarlas de algún modo. Tenemos la desgracia de tener como
referentes a personas que bien se podrían comparar con una "veleta",
pues siempre van en la dirección que sople el viento, igual te las encuentras
de cara, que de espalda, que de costado. Se les puede definir como
"supervivientes" a cualquier "tsunami" político que
hipotéticamente pudiese darse en cualquier momento. Están, como vulgarmente se
dice "inmunizados o vacunados” contra todo o todos, según creen ellos, no
los mataría ni las “heladas negras” porque siempre apuestan por caballo
ganador, no se comprometen con nada, ni con nadie... Juegan al juego de la
vida, con las cartas marcadas…Y si
fuesen sol, solo alumbrarían y calentarían para ellos. Por desgracia aparecen,
más veces de las que desearíamos en nuestras vidas. No les reconoceremos pues
estos batracios suelen disfrazarse de príncipes o princesas, imposible de
detectar sus intenciones a tiempo, lo haremos cuando sea demasiado tarde,
cuando estemos “poseídos” por su maldad y nos hallan corrompido...Será sólo
entonces, cuando descubramos su verdadera esencia, su verdadera naturaleza. A
estas personas les vemos con demasiada asiduidad en los medios de comunicación,
pretenden con su ejemplo enseñarnos lo que según ellos, deben ser las "buenas prácticas, maneras o
costumbres". Nosotros queremos ser buenos discípulos, y sin más caemos en
sus redes, sin necesidad de que nos pongan algún cebo o reclamo; les escuchamos
además, con excesivo interés, tanto que incluso tratamos de imitarles para
causarles una buena o inmejorable impresión. Pero, a pesar de todo este circo
que montan, es manifiesta su incapacidad para mantener su engaño en el tiempo,
pese a no cesar de intentarlo. ..Hemos logrado madurar, dudamos de toda palabra
o acción que provenga de ellos, aunque tarde, hemos abierto los ojos. Entonces
¿por qué ahora, nos sentimos peor, más indefensos? Será porque ha caído, lo que
suponíamos era para nosotros, un mito. Pensando con absoluta claridad, el peor
enemigo que siempre tendremos es la ignorancia y bajo su influjo, somos tan
fáciles de engañar, de manipular... Tanto es así, que con demasiada frecuencia
logran engatusarnos... No les hace falta montar una gran trola, que sea de un
calibre superior, diseño propio de mentes malvadas de superior intelecto. Les
basto con sumirnos en un plácido sueño, pero por muy maravilloso que fuese ese
sueño... de repente se ha transformado en una pesadilla… y en ella, aquellos
que suponíamos eran nuestros héroes, se transformaron en villanos…¿Y si
despertamos de verdad por una vez, qué
ocurriría? ¿Se nos caerán estas legañas que nos impiden ver con claridad? ¿Les
veríamos su auténtico rostro a esos malhechores? Ahora pensando, sin estar
comprometidos con nadie y no tener ninguna atadura moral… observamos que lo que
antes era gratis, o al menos eso creíamos, que supuestamente no se pagaba nada,
pues se suponía que era un derecho adquirido, pero que en realidad era sufragado
mediante la vía impositiva, ahora es repagándolo por segunda o tercera vez,
aunque solo sea un porcentaje… Pues siguiendo con estas mentes prodigiosas,
ahora se han “inventado” varios impuestos nuevos, vulgarmente denominados
"copago" para cobrarnos por todo. Las administraciones (central,
autonómica, local) compiten entre sí, a ver cuál de ellas tiene mayor agudeza e
ingenio para la "invención" y posterior "bautizo" de nuevos
impuestos, con el único objetivo de seguir chupándonos la poca sangre que nos
va quedando, eso, si queremos seguir disfrutando de ese supuesto "estado
del bienestar". Pero además tienen la cara dura, la desfachatez o poca
vergüenza, de pedirnos que le apoyemos, que desechemos de nuestra mente,
cualquier duda sobre su decencia, que ellos no han cambiado de ideología, que
sigamos confiando en ellos ciegamente... pues pronto pasara toda esta pesadilla
y la crisis solo será un mal sueño de una fría y oscura noche. Con esta
prontitud, con esa presteza… con esa cobardía, con la que siempre quieren
embaucarnos, para seguir haciendo el gran “negocio” de su vida, "comer de
las administraciones públicas", con la fuerza que, supuestamente, les
otorga las urnas. No solamente hacen el “negocio del siglo”, sino que pretenden
que además, les creamos víctimas,
mostrándonos que se sacrifican por nosotros, por nuestro bienestar, yo me
pregunto ¿el nuestro o el suyo? Debemos de recordar ¿cuánto tiempo hace desde
que nos engañaron aquella primera vez...? ¿Cuánto se habrán enriquecido? ¿Es
hora ya de plantarles cara? ¿O les dejamos seguir creyendo que nos engañan?
Menudo es el negocio que se han inventado, es muy productivo... pero solo para
ellos… A nosotros que nos den...solo servimos para ejercer de paganos, para que
a costa de nuestros esfuerzos, ellos se puedan dar esa gran fiesta, en la que
han convertido sus vidas. Pero el tiempo de los bobos se está acabando y, hoy
por hoy, no queremos que sigan acumulando beneficios, a nuestra costa, todas
esas personas que no tienen ningún otro mérito personal, ni ninguna finalidad
conocida que nos sea de verdadera utilidad, solo la de estar “sirviendo o más
bien sirviéndose” de lo público. Esto se les permite porque se quiera continuar
con los ojos cerrados, o por miedo a un futuro incierto, nos dejamos engañar por unas más que dudosas
personas, solo por que usan determinadas siglas… Actuamos como simples
espectadores de sus patrañas, sabedores de que solo defienden lo suyo, pero a
base de palos se aprende y si son a nuestro bolsillo...más aún. Que esa siga
siendo su habitual manera de proceder, todos somos culpables, unos por acción,
y los otros, la inmensa mayoría de nosotros, por inacción y ser la parte
necesaria que les permite hacer todas sus tropelías
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