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viernes, 27 de septiembre de 2013

Responsabilidad Social



  Siempre existe, al menos, dos interrogantes sobre un mismo asunto, y si hay  dos, las respuestas se multiplican por el infinito, sin contar cuando se cae en la ambigüedad. El interrogante principal que tenemos es sobre nosotros mismos ¿Qué piensa la gente de mi? la respuesta es de pura lógica. Los hay que le parece, nuestra actitud, correcta, están totalmente de acuerdo con nuestra forma de pensar, con nuestra manera de actuar… más no se atreven a compartirla por miedo al “qué dirán”. Los hay, así mismo, que no sienten ni frío, ni calor, “pasando olímpicamente”, solo tiene tiempo para ellos (egocéntricos)…Otros prefieren que seamos nosotros los que giremos a su alrededor y “bailemos al son que ellos nos toquen”. Pero nuestra intención es implicar a todos en la resolución de situaciones peliagudas, esos problemas que a todos nos atañe y asfixian, debemos comprometer a la familia, a los vecinos, a los compañeros de trabajo, a los amigos, a nuestro entorno social más cercano... Mirar a ese entorno y tratar sus problemas como si fuesen propios. Debemos de ser más o menos corresponsables, implicarnos directamente. Pero la mayoría de las soluciones a los problemas que se plantean, las aportan quienes se preocupan, por nuestra “gente”... Y esa respuesta nos dice mucho de su grado de implicación, de su interés, ademas, nos informa y hace que nos demos cuenta de que aquello que más precisan, que más desean, lo tienen justo a su lado. "La actitud positiva que posibilita la acción de ayudar a los demás", entregarse, contribuir a la solución de los problemas (económicos, sociales, familiares). Estas acciones conjuntas en la sociedad, nos ayudan a sintonizar, a descubrir un punto de encuentro de los unos con los otros, para ir más allá...a un compromiso certero con la solución definitiva y duradera de los problemas, para revitalizar la convivencia. Es esta, una cuestión fundamental, que llama a la puerta de nuestro corazón, que nos pide un compromiso sincero a cada uno de nosotros: una adhesión o un rechazo; una fidelidad o una indiferencia; Hacer el camino todos juntos, lograr un acercamiento aunque solo sea por simple cordialidad... Esta cuestión es determinante, los problemas nos unen a todos ¿Qué actitud tomaremos?¿Queremos de verdad ayudar o entorpecer? ¿Hay en nosotros una sincera disposición a comprometernos? ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestro tiempo libre en beneficio de los demás? Con nuestra respuesta, nos retrataremos de cara a esta sociedad, a la que queramos o no, pertenecemos.

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