Ante las recientes catástrofes
naturales ocurridas sobre todo en Filipinas, desde aquí os invito a una
reflexión para considerar cual ha de ser nuestra actitud, ¿nos conmueve tanta
destrucción, tanta muerte? Las personas solidarias hemos de cumplir con nuestro
deber, sin esperar a ningún llamamiento oficial ¿Acaso somos indiferentes porque
ya hemos realizado un donativo? No, pero
no obstante, ese no es la última acción que podemos realizar, siempre debemos
estar al servicio de todos, especialmente al de los más necesitados. En un
mundo globalizado, donde están muy repartidas las miserias, también está muy
repartida la solidaridad, tenemos, pues, la “obligación moral” de ofrecer
nuestra ayuda, nuestros medios… ¿Qué más puedo hace yo? porque hemos visto el
sufrimiento ocasionado, porque hemos escuchado sus peticiones de socorro, se ha
comprobado la degeneración personal a la que lleva la carencia de todo. Nosotros,
tenemos muy poco para ofrecer, más no debemos afinar tanto las cuentas. Sino aportar,
en la medida de lo posible, lo que cada uno buenamente pueda, es más que una
voluntad, nuestro deber. Son muchos más que necesitados, son personas…, debemos
cumplir con ellos, sabiendo que nuestro esfuerzo económico es minúsculo, por circunstancias
obvias. No se busca dar con la solución, no está en nuestras manos, sino
aliviar en la medida de lo posible, las necesidades apremiantes de quienes lo
han perdido todo, incluso la vida de sus conocidos, de su familia, de padres e
hijos… Por ello les ayudaremos gozosamente y porque ante todo, lo poco que aportemos,
en circunstancias tan terribles como lo son estas, lo haremos de corazón, pues
se dedicara a socorrer a nuestros semejantes…Para nosotros debe ser un signo de
hermandad entre los pueblos, por eso, no debemos dejarnos llevar por la
tristeza, ni mucho menos donarlo con desgana, sino con la alegría de aquel que
desea aminorar esas penurias. Debemos tener presente que nuestras limitaciones
son muchas, por la crisis económica y la carencia de recursos propios…. Por
ello también podemos hacer presión social, para que se les envíe la ayuda que
tanto precisan. Dediquemos aunque solo sea un minuto a formular esta petición a
quien corresponda. Ignoro quien o quienes son los competentes, lo que si se, es
que las ONG´S por si solas son insuficientes, ante la magnitud de esta catástrofe,
que es en realidad un estado de “calamidad absoluto” de destrucción total. En nuestro
pensamiento encontramos, el secreto que da fuerza a nuestro auxilio; que es insuficiente, lo sabemos, mas no se
puede desechar nada por poco que fuese, cuando lo que impera es la necesidad
absoluta… de todo y para todos.
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