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viernes, 15 de noviembre de 2013

Relevo generacional



   Hay una cosa que me tiene obsesionado de un tiempo para aquí, como si fuese una sutil mezcla de interés, curiosidad, miedo... ¿Cuál es el momento adecuado de retirarse? sé que eso, no se lo debe uno aún de plantear, se debe estar activo mientras las fuerzas y los sentidos acompañen… Sabemos de la dureza del camino recorrido, con sus alegrías y sus penas, con la falta de medios, pero con un entusiasmo desmesurado que cubría la ausencia de estos....Desconozco que me deparara el futuro, aunque me preocupa, no es cosa que me quite el sueño, pues es inútil por ser totalmente imprevisible. La única certeza que tengo es que no se nada, como diría el filósofo griego Sócrates… Pero algún día hemos de parar, lo queramos o no… será por el cansancio, la ausencia de ideas o bien porque nos veamos obligados a abandonar: por las enfermedades, por la senectud o por falta de movilidad, que haría de nosotros un estorbo más que una ayuda. Puede venir súbitamente, sin avisar, pero, para mí, esta circunstancia no será un suceso novedoso o repentino, ni me cogerá por sorpresa. El cuándo es lo que si permanece en el misterio, podría ser mañana mismo ¿Quién sabe? Las enfermedades sufridas y sus huellas me dan una pista fiable, pero dada la dificultad de prever su evolución, con un margen creíble de acierto en el diagnóstico, son estos factores múltiples que se escapan de mi control. Lo que tengo claro es que ocurrirá con toda seguridad. Mi última acción, será para mí algo singular y sin duda inolvidable. Aunque es un momento por mi temido, es también, en cierta forma, deseado. Desde que comencé en el mundillo del asociacionismo de la discapacidad, tenía la disposición de participar activamente en él, por pura vocación y modestamente, creo haber contribuido a su desarrollo, con lo poco que se, que conozco o lo poco que he podido aportar buenamente, pero he de confesar que he aprendido mucho de personas doctas ya en esta materia y con muchos años de experiencia que les avalan. La única preocupación que me queda es la supervivencia de este sector, que todo este esfuerzo se pierda… Aunque siempre habrá personas con una necesidad especial de ayuda incondicional, creo, que si existe demanda, también habrá personas dispuestas a ofrecerla. Es en ese camino donde coincidirán plenamente con nuestros objetivos. A estas personas, se les puede comenzar, sin esperar más, a hacer partícipes de nuestras acciones. Al principio, seguramente, se sentirán un poco confusos o perdidos sobre el sentido que les mueven a participar en estas acciones. Sabemos, que les costara adaptarse, pero ese “gusanillo de inconformidad “que llevan dentro, hará posible que el deseo de cambiar el mundo se cristalice en realidad, hecho que comparten con nosotros. Más ellos tendrán otra visión distinta del mundo, y obraran en esa dirección, no nos corresponde a nosotros cambiarle sus criterios, son los que actualmente se están configurando en su mente. Si de verdad queremos que la juventud nos releve, hemos de comenzar a hacer posible ese cambio, delegando algunas funciones en ellos. Si pretendemos, para cuando llegue el momento del relevo definitivo, estén suficientemente motivados y preparados, enseñémosles como si fuesen alumnos nuestros,  y cuando ellos aprendan a moverse y comprendan a la perfección este mundillo, si todo va bien, se transformaran en nuestros maestros. Hay, por otro lado, un momento intermedio, muy peculiar, que es cuando toman la iniciativa, planifican y desarrollan unas acciones tan grandes y motivadoras que harán empequeñecer cualquier acción que hayamos realizado nosotros con anterioridad, se habrán ganado  el derecho a capitanear esta nave, se habrán ganado el corazón de cada uno de nosotros y la sociedad los reconocerá como un valor añadido. Es justo en ese momento cuando se hace presente la idoneidad del relevo. A nivel personal y por propia experiencia será todo un placer y un orgullo cederles el testigo, como nuestra de continuidad de algo que tanto representa para mi. Es aquello que todavía no ha llegado, pero esta por venir, será a partir de entonces una realidad, palpable y plausible. Por lo tanto, apoyemos a la juventud, que nos revistamos y nos revitalicemos de esa ilusión, de ese forma de hacer las cosas… de volver a edificar unos cimientos donde impere la igualdad, la lealtad y la Justicia social.

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