A veces, muchas más de la que
yo quisiera, peca uno de ingenuo, me creo que todo el monte es orégano, cuando
no es así. La confianza mato al gato… y eso es lo que me sucede últimamente,
ese sentimiento de soledad que se va implementando a medida que hace mella en mí
el cansancio, debido seguramente al periodo estival. Pero es que son demasiadas
cosas que se juntan y por algún lado ha de salir esa frustración. Intento de
organizar algo, falta de colaboración por todos lados, la principal de algunas
personas que supuestamente son las beneficiarias de estos esfuerzos, de estas
inquietudes, cierto que no las hago para que me lo agradezcan, no es esa la
motivación…pero la falta de interés me hace desfallecer, me desilusiona de tal
manera, que me dan ganas de mandarlo todo a tomar por c…., algunas personas se
piensan y viven en la ilusión de tener derecho a todo, sin obligaciones
obviamente, me mandan y ordenan como si fuesen mi jefe, olvidando que todo el
trabajo es voluntario, que no hay ninguna recompensa más allá de la propia satisfacción…
Me hablan con una soberbia, me exigen con un tono de voz, ¡qué, caramba!, no se
puede aguantar, por educación me callo y no les contesto como debiera, dicen “que
quien calla otorga”… pero me queda ese veneno dentro y claro termina por
hacerme daño. Para tener derechos hay que ganárselos, y eso significa que deben
estar “para las verdes y para las maduras”, se deben implicar en la realización
de actividades, aportando ideas, controlando su realización, hablando con quien
sea o fuese menester, en una palabra, aliviar el peso de mi espalda. Sé que los
tiempos no están para echar cohetes, pero lo poco o mucho que se pueda hacer,
hay que hacerlo, no se puede, ni se debe dejar escapar oportunidades únicas,
que seguramente no se presentaran otra vez en buen tiempo. La sociedad se
construye entre todos y por lo tanto a todos nos corresponde la responsabilidad
de construirla, no se puede eludir esa responsabilidad y después ser el primero
en la crítica. Crítica negativa y destructiva por supuesto. Hoy como dice la
canción “quiero confesarme” y denunciar el deterioro de las instituciones, que
de seguir por este camino, acabaran por desaparecer. Todo se hace por el dinero
y para su fácil obtención, si no vas con él por delante, ni se molestan en
escucharte, siquiera de tener esa atención, aunque cuando acabe tire a la
basura esas proposiciones, pero… sin dinero, ni eres nada, ni representas nada.
Pues a seguir por ese camino, dentro de poco, muy poco, lo lamentaremos…la alegría
se tornara tristeza y no habrá nada que hacer, se dejó “escapar” a las personas
que representan la poca esperanza de futuro que teníamos. Animo y a pedir
derechos sin colaborar en las obligaciones… ya queda poco, repito muy poco.
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