Ahora
que se ha producido un paso significativo en el caso de los ERES, es el momento
de poner en practica todo aquello que llevamos un tiempo escuchando, poner las
cartas sobre el tapete, demostrar que no se va de farol, abrir las ventanas, las puertas y airearlo todo, no es que se olvide la presunción de inocencia pero después
de tanta crítica y tanta exigencia, les llega el turno de demostrar la
diferencia (si es que existe), sino toda su estrategia será papel mojado. No se
puede acusar a la justicia de parcialidad, de aprovechar los momentos y
quedarse tan panchos, si eso es así, si hay pruebas pues que la presenten y
recusen a la juez, si no… calladitos están más guapos. Se nos dice que no
estaba allí, que no conocía a nadie, pero alguien tendrá que tener
responsabilidad, bien sea por acción o por omisión y eso es lo que se exige que
quien sea, asuma de una vez su cuota de responsabilidad y se vaya, no por la
puerta de delante, sino por detrás y la cabeza gacha, Todos hemos visto a estos
señores dando cancha en el tema Bárcenas, hacían de ello su discurso diario,
aplaudible porque entre otras cosas ese es su trabajo, pero ahora, que se ha
dado un paso profundo en los eres, deben de poner en marcha, lo que tantas
veces han pedido, no vale eso de “señor justicia, pero por mi casa no” los
ciudadanos estamos ya cansados, sin capacidad de reacción, es una noticia tras
otra y no hay celebro (normal) que lo asimile; ya que si no se ve una señal inequívoca
de rectitud, de cambio de tendencia, el divorcio entre clase política y ciudadanía
será inevitable y sin vuelta atrás, luego que no se quejen de los posibles
resultados electorales, yo no meto mi mano en el fuego por nadie, si no me merece la plena confianza. Luego los señores
de la oposición, con dos caras, como las falsas monedas, en Sevilla durísimos,
exigiendo la verdad y la transparencia, como debe ser, y en Madrid calladitos y
abochornados, ¿Qué decir? Si ellos se retratan solos… los unos y los otros…Mientras
en esta Europa nuestra se cuece otra nueva recesión que nos hace temer más
recortes, más dureza, pues decía un refrán español “Zapatero a tus zapatos” y
es hora de aplicarse el cuento. Hago un acto de fe, y creeré que están trabajando
en ello, que los datos del paro no son espejismos, acto puramente hipócrita por
mi parte, pero hay que tener aunque sea una llamita de esperanza, ya no por el éxito
de nadie, sino para tener una razón para levantarme todos los días, dar un
voto de confianza, a aquellos que obviamente no la merecen, pero que es
necesaria para mi salud mental., me dicen que no sea incrédulo, que tenga
confianza, yo no he visto signos de recuperación, tampoco entiendo del tema,
estoy pez, pero si somos felices creyendo que todo va bien, que no hay
corruptos ni sinvergüenzas, pues vivamos así, por lo menos mientras se pueda,
que será bien poco, me temo.
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