Esperanzas

   Ante un mundo hostil y cada vez más inhumano hay que dar un mensaje de esperanza, un mensaje de ilusión, un mensaje que de ánimo a tantas y tantas personas cansadas de soportar una situación cada vez más agobiante y desesperanzadora, la esperanza nos provoca consuelo, alegría en medio de las luchas cotidianas por sobrevivir, El consuelo de un mañana mejor, de un día en que se acaben las preocupaciones y los problemas económicos, que por desgracia se han hecho “nuestro pan de cada día…”, porque el significado de esta palabra “Esperanza” contiene la promesa del alivio que proviene de la estabilidad, tanto económica como emocional y social. Esta “Alegría” hace que nuestro corazón manifieste su fe en la vida, la seguridad en que esa “Esperanza” no sea asesinada, porque en un mundo así sin crisis y con trabajo se acabarían casi todos nuestros problemas y nosotros, los que creemos en la recuperación, sabemos que no todo acaba con el final de la recesión, sino que habrá que cambiar muchas cosas para que este objetivo funcione. Nuestro principal objetivo ahora es aguantar el chaparrón, que por momentos se vuelve tempestad y amenaza nuestra propia supervivencia. Nuestra meta es ir indefectiblemente hasta ponernos a salvo, con el “yugo” de una ley que no cumple el principio de solidaridad entre los pueblos. Nuestra realidad nos aleja de la esperanza y nos vuelve indefensos y depresivos. Pero no aceptamos que esto perdure mucho más en el tiempo, nos atrae la idea de una pronta recuperación, de encontrar un trabajo con el cual procurarnos el sustento… el propio y el de nuestra familia; solo eso pedimos, es tan poco…pero a la vez es tanto… que en ello depositamos nuestra “Esperanza”.