Translate

viernes, 23 de agosto de 2013

Algunas cuestiones y pocas respuestas....


 Hablando por hablar, principalmente de la crisis económica, se nos plantea muchas interrogantes de arduas respuestas. Para contestar a todas esas dudas, a todas las preguntas con cierta veracidad, deberíamos conocer lo que se mueve en los subterráneos de la política, en las cloacas, nunca mejor dicho… lo que ni vemos, ni escuchamos,  ni llegaremos nunca a conocer, ni tan siquiera hacernos la más remota idea del acontecer de determinados hechos. Las respuestas, sin embargo, nos proporcionarían una idea inadecuada e inexacta para situarnos en ese ambiente y así saciar nuestra ansia de saber. Los hechos conocidos no son capaces de contentar a los que de ninguna manera nos explicamos el origen de la presente situación económica.  Sabido es que la génesis de las dificultades económicas estuvo en el sector inmobiliario, en la llamada “burbuja inmobiliaria”. Los bancos concedían préstamos hipotecarios a personas de más que dudosa solvencia, a su vez, estos, ante la necesidad de fluidez, trasformaron en acciones los créditos. Los bancos perpetraron ese error (que más tarde se demostró ser irreparable) Seducidos por el dinero fácil, concedieron hipotecas a diestro y siniestro a familias con rentas bajas, créditos de difícil recuperación, con un tipo de interés variable (aunque bajos al principio, enormes después) Los bancos sin ningún tipo de restricciones siguieron dando créditos en condiciones más que dudosas a las familias insolventes (ventajosas para los bancos, no tanto para las familias). Mientras, estaba creciendo de manera incontrolada la burbuja inmobiliaria, el miedo a que reventara hizo subir los tipos de interés, con un aumento desmesurado. Se intentaba desactivar la bomba financiera, pero ya era tarde, y el desplome en bolsa de las empresas inmobiliarias, financieras con las famosas  “supremes preferences”, los impagos, la parálisis de la venta de pisos fueron el resultado del estallido atronador de la burbuja inmobiliaria, que arrastró consigo a grandes bancos y financieras, que necesitaron de grandes inyecciones de capital, que por supuesto fueron puestas por los estados, provocando una crisis financiera, esta a su vez contamino a todos los sectores económicos, comenzaron los ajustes económicos, los recortes sociales y la restricción del crédito o la ausencia de el para las empresas, sobre todo pequeñas y medianas. Pronto se dejaron sentir los efectos colaterales, sobre todo, en las capas medias y bajas de la sociedad con elevadísimo paro, embargos, desahucios, bajada de salarios, peligro de deflación, etc. Nadie ha dado con la receta exacta para salir de esta crisis, que se ha transformado en recesión endémica. Todo hizo aflorar la corrupción que ha llegado a todas las instituciones, aumentando el descontento popular y la desconfianza en los poderes tradicionales del estado. Sumado todo da un panorama desolador y poco esperanzador. El resultado ha sido el rescate de la banca, con muchos condicionantes, la pérdida de derechos sociales, la bajada de sueldos, los recortes en sanidad, educación y un largo etc. y suma y sigue… ¡Ojala y no fuese así! Pero este es el panorama, al menos lo conocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario