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viernes, 9 de agosto de 2013

Doctrina?


   Nuestro pensamiento, y por tanto, nuestros valores nos sitúa claramente frente a este mundo. Es radical este planteamiento, no admite medias verdades En numerosas ocasiones, frente al sufrimiento que se ha generado por diferentes motivos, el principal “la conllevada y maldita crisis económica”. Nosotros mismos u otros, escuchamos que debemos aguantar esta situación, que ya falta poco, que se ve la luz al final del túnel, que ya hay brotes verdes…..mientras vamos sufriendo recortes y acumulando sacrificios como si fuera esta la única forma de hacer frente a la crisis.  El sufrimiento tiene, para los que de verdad mandan, poco valor o nulo en sí mismo. Ellos imponen una doctrina, que por lo que ellos creen es infalible, pero con resultados desastrosos, para nosotros lógicamente, no creo que sean masoquistas y se propinen un buen recorte de salario… eso sí que sería dar ejemplo y bueno para la sociedad. Nosotros seguimos padeciendo sed y hambre de justicia social, el cansancio nos va venciendo y es duro seguir… A nadie le gusta sentirse abandonado, pero esa es la sensación que se percibe ahora, todos nos dejábamos ayudar... ¿pero por quién? ¿Quién aliviara el dolor físico y moral, las necesidades biológicas y económicas? Si hubiese alguien ¿Qué pasaría entonces?  ¿Habrá algún “loco” que luche por los derechos sociales? Toda lucha proviene del sacrificio previo, de la necesidad de un cambio, de una u otra forma, el cambio se dará. Pero este cambio puede ser socialmente bueno o perjudicial, todo depende del apoyo que reciba, de los objetivos que se persiga.  En el transcurrir de esta crisis, no encontramos un origen lógico para estos sacrificios tan desmesurados, para tanta pobreza y tantas penurias por la que estamos pasando (unos más que otros), que expliquen el cómo y por qué se ha llegado hasta aquí, queremos una respuesta para ello.  En el origen de todo esto estará la explicación y si algún día se llegase a saber la verdad… más de uno no solamente nos llevaremos las manos a la cabeza, sino que pediremos más acciones con rotundidad y contundencia.

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