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jueves, 8 de agosto de 2013

bajar un diez por ciento


   Ahora, cuando parecía que el nivel de las aguas había bajado su intensidad, por las vacaciones estivales, llega el FMI y proclama a los cuatro vientos “que los salarios en España deben de bajar al menos un diez por ciento más”. Con estas premisas, desestabilizan a los pocos (afortunados) que aún tienen trabajo y provoca que el consumo se contraiga aún más. ¡Qué bien, lo tienen todo planificado! Han ido a por nosotros y en su “atinada” declaración han logrado darnos en toda la frente. Amargando con su anuncio, las ya de por sí, menguadas y austeras vacaciones de las gentes sencillas… Que ellos con sus fiestas y factos ibicencos y sus inacabables vacaciones en Saint-Tropez, se encargaran de vivir la vida “loca”… Pero poco después, la comisión ha ratificado estas declaraciones, el gobierno niega la mayor... pero cuando el rio suena… echémonos a temblar. Deberíamos de efectuar una reprobación de esta gente, que no representan a nadie y por nadie han sido elegidos “democráticamente” para desempeñar esas funciones y gobernar nuestras finanzas, deberíamos, repito, de reprobarles por haber propuesto esta idea demasiado cruel e inhumana, a la vez que equivocada y caduca en todos sus planteamientos. Son gente de carne y hueso, como nosotros, o al menos eso parecen. Tienen, pues, sus virtudes (pocas) y muchos defectos, el más grave "la avaricia". Esta declaración los aleja de nosotros y no nos ayuda a ver la finalidad que persiguen,  saber cuales son los objetivos de su política tan restrictiva y de austerocidio. Es este un camino por el que nadie debería de andar, pues nadie se merece este continuo ensañamiento. Dado que ya sabemos cuál ha sido el resultado en otros países, nada halagüeño, no se deberían aceptar estas sugerencias-obligaciones. Lo que más nos cuesta aceptar es que nosotros tengamos que continuar haciendo restricciones, acortando gastos muy necesarios… a través de someternos a sus “sugerencias”, a la renuncia a una vida normalizada, a todo derecho y por tanto condenarnos a sufrir este duro sacrificio, mientras ellos elevándose su "superlativo" sueldo. Dormidos como estamos en una sociedad que proclama el éxito rápido, el aprender sin esfuerzo, y conseguir el máximo provecho con el mínimo esfuerzo, es fácil que acabemos cediendo ante los caprichos de estos señores, eso sí, en espera de ver que nueva tesitura de recortes se les ocurre para fastidiarnos a todos. Mientras el gobierno con un “Si Boana” tiene bastante para justificarse, olvidando que representan los intereses de los ciudadanos, nunca de los poderes financieros y económicos, pero claro eso lo recordaran cuando lleguen las elecciones.

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