Hoy
nos sorprendemos de las intenciones de algunos países de iniciar una nueva
guerra en Siria, este hecho, a pesar de esperado, no deja de escandalizarnos ¿Por
qué ahora? ¿Por qué no hace 2 años? ¿Quiénes son los “Buenos”? ¿Quiénes son los
“malos”? ¿Qué será de los inocentes?? Estas preguntas y el hecho de no tener
respuestas, me saca fuera de mis casillas. Condeno actitudes dictatoriales como
la del régimen sirio, ya que son actitudes incompatibles con la dignidad, no
solamente de su pueblo, sino también de todo ser humano que se tenga como tal. Este
hecho viene a confirmar que la última solución de los problemas pasa por el uso
de la fuerza, pero vuelvo a preguntar ¿está justificada su uso? La falta de sinceridad,
de honradez, de lealtad, de nobleza..., son virtudes que carecen tanto en un
bando como el otro. ¿Quién es la policía del mundo? ¿Quién es la policía de la policía
del mundo?¿Quién los nombro? Para no
caer en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, no me gusta esta “solución”…
porque las guerras se saben cómo empiezan, pero imposible saber cómo acaban… Segundo,
detesto toda mentira para justificar lo injustificable, la verdad es una
condición indispensable, para no ser nuevamente engañados, exponiéndonos a ser cómplices
de crímenes peores y más atroces que los que, supuestamente, se persiguen. No
se puede ni se debe tolerar el uso de productos químicos contra la población
(sean civiles o militares), ni ninguna opresión contra el propio pueblo, eso
debo de manifestarlo con absoluta claridad, no se puede confiar en ningún dictador,
que condena a su pueblo a la miseria, a la muerte… ni tampoco se puede defender
a nadie por el hecho de ser un aliado o atacarle por no reconocerse como tal.
En tercer lugar, a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta
de sinceridad, actitudes que se han empleado como justificantes de anteriores
guerras (Irak) y, por esto mismo, hemos de estar al “loro” y aplicarnos el
viejo dicho “Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie”. Estas
palabras las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y hacernos
cargo de que se necesita un cambio político en Siria, pero no a cualquier
precio, o como excusa para que intervenga Irán y así de esta manera tener
motivo para atacarles… les tiene ganas desde lo de la embajada en tiempos de
Carter… Por esto, se debería de buscar soluciones diplomáticas, hacer caer ese régimen,
pero sin castigar a su pueblo, castigado ya en demasía por aquel que debiera
ser el primero en defenderlo.
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