Translate

domingo, 13 de octubre de 2013

Abandonados a su "mala" suerte


  El hecho de nacer pobre no significa que se tenga menos derechos, por ello, no es razón para dejar de aplicar la justicia social a todos por igual´. Al menos esa es mi impresión ante los últimos naufragios, ocurridos en la isla italiana de Lampedusa. Pecare de populista, no me da miedo la reprobación que seguramente algún sector social, carente de toda sensibilidad, me pueda efectuar… con una buena dosis de paciencia, meditando lo ocurrido… no encuentro explicación posible, por ello voy a hacer una petición “Que se ayude a quien viene atraído por un espejismo de prosperidad” ¿en qué situación viven en sus países de origen para arriesgar la vida? La respuesta es fulminante: en la extrema pobreza, azotados por guerras triviales e intereses incomprensibles para cualquiera de nosotros. Esto nos demuestra que la atracción hacia el denominado “primer mundo” es muy poderosa ¿Qué podemos hacer nosotros? Presión, pedir a nuestros gobernantes que actúen responsabilidad, se trata de seres humanos. Pero, pidámoslo con persistencia, que no tenga que ocurrir más “Lampedusas” para recordárnoslo. Basta un mínimo de sentido común para entender que “nada es demasiado difícil” No sé cuál será la solución, solo sé que son personas… se me remuerde la conciencia de pensar en tantos cadáveres, en tantas vidas sacrificadas inútilmente. Si no vemos su miserable vida, es porque nos “obligamos” a cerrar los ojos, a permanecer inmunes con nuestra falta de sensibilidad. Y, como colmo de males, la crisis económica, que nos hace ver en ellos competidores. Nos bombardean con la absurda idea, “vienen a por nuestro trabajo, a encarecer nuestros servicios sociales” se llega al convencimiento, al racismo…el desbordamiento de la personalidad que queda ahogada por las circunstancias. Pero..., ¡qué lástima! Que tengan que ocurrir tan grandes desgracias para verlos como son realmente “personas buscándose un porvenir mejor” ¡Qué ingratos somos cuando olvidamos con tanta facilidad nuestras propias desgracias! Hagamos el propósito de exigir el “Nunca más” que no abran ediciones los diarios con estos u otros naufragios, estas muertes absurdas… que más bien son unos asesinatos, donde todos somos culpables, unos por acción, otros por omisión, por ese silencio cobarde, por esa amnesia que nos hace olvidar…y así con la conciencia tranquila “dormir sin remordimientos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario