En la vida se puede tomar dos direcciones
claramente diferenciadas una de la otra. La acción y compromiso o la apatía y desanimo. Si
la vida que se escoge es el compromiso, en ella no se puede prescindir de
nadie, no se puede descalificar a los modelos de conducta por considerarlos caducos o
descatalogados. No nos podemos permitir el Lujo de repudiar el prestigio
conseguido con tantas acciones que se han efectuado unas con éxito, otras con relativo fracaso. Con estas experiencias, nos conducirán por el sendero correcto, evitando caer en errores ya superados.
Todos, incluso aquellos que no se comprometen con nada, hemos de dedicar unos
momentos a la reflexión, Pensar que "el hombre es el animal que tropieza dos
veces con la misma piedra", debemos, así mismo, recordar que "el pueblo que olvida
su historia está condenado a repetirla". Como contrapartida, los que pensamos que ningún tiempo pasado fue mejor… deseamos construir un buen futuro,
sin incertidumbres… No deberíamos dejarnos llevar por el calor del momento,
Perdernos en una acción desenfrenada sin rumbo definido. La vida nos enseña que
nos conviene dedicar unos momentos diarios a la reflexión. Hasta el punto de pensar en la necesidad que todo en la vida no gira a nuestro alrededor, no somos el epicentro del mundo, no somos solo nosotros
y nuestras circunstancias En la medida que al futuro le consideremos más cercano, sera nuestro, o más lejano pertenecerá a la generación siguiente… En esa linea de pensamiento actuaremos
y conformaremos lo que es consecuente para nosotros. Si aseguramos nuestro porvenir
¿estaremos asegurando el de nuestros hijos? De ninguna manera. Pero, ¿Y si
empeñamos el futuro?, en este caso sí, estaremos hipotecando no sólo el futuro
de nuestros hijos sino el de muchas otras generaciones, que ademas jamas se verán
libres de pagar deudas. Entonces, ¿Que se puede hacer? hoy, lo vemos todo oscuro, sin esperanza, no hay nadie con el suficiente carisma para que nos conduzca, es decir, tenemos carencia de sujetos que debieran ser nuestros lideres, los "llamados a dirigir y regular nuestras vidas". Después nos quejaremos
de no encontrarlos, pero no se ve la suficiente capacidad en nadie. A La mayoría de nosotros solo nos interesa procurar sobrevivir en esta crisis, de la mejor manera posible. Para que logren que nos identifiquemos con un ideal, nos deben motivar, que nos impliquen en algún proyecto factible,
algo que nos convenza, pero que a la vez de nosotros saque esa fuerza que nos
auné a todos en un mismo objetivo... lo cual sólo será factible en la medida que lo creemos posible. Que hay vida tras la crisis, es seguro, pero ¿queremos estar en esa vida? Las condiciones en las que estemos, por desgracia no depende de nosotros, y ante la "orfandad institucional" que tenemos, muy buenas no las pinta "Hoy por Hoy".
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