Qué gozo da descubrir que, aunque uno sea
pequeño, no en edad, ni en tamaño, sino en “importancia…Uno mismo abre nuevas
puertas, nuevas ideas que son tenidas en consideración por un número cada vez más
importante de personas. Estamos cansados, agotados, hartos de que “mareen la
perdiz”, de tanto caminar hacia ningún lugar, nuestros pasos parecen no tener
un destino fijado. Pero nosotros necesitamos tenerlo, necesitamos escuchar
palabras de ánimo, de apoyo, para continuar hacia delante. Mi espacio, mientras
sea mío, estará abierto a cualquier sugerencia, a meditar sobre cualquier idea,
por muy entreverada que fuese. Sí, hasta el momento que la muerte llame a mi
puerta, seré yo quien le abra o le cierre, nadie podrá decidirlo por mí, no les
dejare… ante nadie hemos de rendir cuentas, somos responsables de nuestros pensamientos,
de nuestras palabras y también de nuestras acciones. Abrir una nueva puerta, es
abrir una nueva esperanza, es sentir nuevamente los ojos abiertos, es ofrecer
una nueva idea, con distinto planteamiento, pero eficaz y a nuestro alcance. No
nos podemos distraer con las musarañas que surgen al lado. Estar distraído es imposibilitar
el alcanzar el objetivo marcado, querer conseguirlo cuesta y mucho, pero si se
carece de la voluntad de lograrlo, será inútil a la vez que inoperativo que lo
intentemos siquiera; Expresar una idea que no venga acompañada de acciones, es como
hacer pompas de jabón, muy bellas pero de duración efímera… de ahí la
importancia de efectuar una acción, que sea visible, comprometida y a la vez conmensurable.
Debemos “coger el toro por los cuernos”, tenerlo todo pensado hasta el último
detalle. Para hacer realidad una idea, hay que pensarlo todo, los pros, los
contra y valorarlo en su justa medida. No
podemos ser un náufrago en nuestro propio barco, sin orientación, sino que debemos
saber dónde estamos, y sobre todo a dónde vamos y cómo llegaremos al destino; Lo
haremos porque lo conocemos, tenemos previsto que medios utilizaremos para ir y
cuáles serán las dificultades. Preveer hasta los posibles “imprevistos”
nos ayudará a abrir esa nueva puerta en nuestras mentes. La responsabilidad dependerá
del grado de compromiso que efectuemos, Nuestro pensamiento se debe coordinar con
nuestras acciones no nos podemos permitir el lujo de distraernos, ante todo
esta nuestro compromiso, pero este debe estar en concordancia con nuestra ética
y visión de la vida, debe ser para nosotros un pensamiento saludable y
vigorizante. En definitiva que nos aporte mucho más de lo que se pudiese perder
en su consecución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario