Todos hemos desconfiado de otras personas, seguramente
más de una vez., una palabra insinuada, una mirada de suspicacia, nos enseñan
todo un mundo oscuro y desconocido. Algunas de esas dudas pertenecerán a la
realidad, pero no todas. La dificultad puede surgir cuando la persona da por
hecho que los demás, a su vez desconfían de él, que se van a aprovechar, que
les van a engañar.
Se sienten agraviados, solo por las dudas que le
corroen sus pensamientos. Les asaltan las ideas nefastas acerca de la rectitud
o sinceridad de sus amigos y conocidos, cuyos actos son indagados cuidadosamente
en busca de pruebas que les “incriminen”. Las personas que padecen estos problemas, son remisos
a desahogarse con los demás, temen que los datos, íntimos o privados, que pudiesen
compartir, sean objeto de burla, o que puedan volverse contra él. Normalmente
se niegan a responder cuestiones personales argumentando que "no es asunto
de los demás". Alguien
así, puede malinterpretar un error sin mayor trascendencia, con uno intencionado,
no admite bromas, aunque fuesen leves. Las
personas con esta perturbación suelen hospedar rencores por largo tiempo, el
desprecio, por poco que sea, les provoca una gran hostilidad, ya que siempre
están observando las actuaciones de los demás, sienten a menudo hacia su
persona, que su popularidad está siendo abordada, que alguien quiere “hundirlos
en la miseria”. Ellos están siempre a la defensiva, reaccionan con ira ante las ofensas que les parece
percibir. Son personas insociables, suelen tener muchísimos problemas de inclusión
(laboral, familiar, social). Puesto
que están siempre “alerta”, pueden comportarse de forma callada, reservada…
aparentan que todo les da igual. Aunque a veces tomen partido, parezcan racionales…
pero lo normal en ellos es que se muestren obstinados, hostiles e irónicos, lo
que a todas luces es una persona desconfiada.
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